viernes, julio 06, 2012

Teología Contemporánea: El Reino y su legado a la Misión en América Latina, Parte II

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Teología Contemporánea: El Reino y su legado a la Misión en América Latina, Parte II

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Batahola Norte, Nicaragua
César Navarro

La Teología Católica Contemporánea en América Latina: Aportes al tema del Reino, Hermenéutica, Misión y Creación

1. Desde Karl Rhaner hasta la Teología de la Liberación

Uno de los teólogos católicos más sobresaliente, y defensor del giro antropológico1, fue Karl Rhaner. Ángel Cordovilla Perez, enfoca su teología desde tres perspectivas que podemos resumir de la siguiente forma2: 1) Actitud en su relación con el mundo: (Giro antropológico) su interpretación se da como el tiempo oportuno y la necesidad. 2) Método teológico: Es un método sencillo y universal. Está elaborado por tres momentos fundamentales: la mirada a la realidad que se nos da y se nos ofrece; el intento de comprensión de esa realidad en su lógica y en su último sentido y la pregunta por las condiciones de posibilidad para que la misma, o acontecimiento presupuesto, pueda ocurrir y ser significativo para la vida humana. De igual forma, Rhaner siempre hizo teología de la realidad vivida, experimentada, pensada y reflexionada. 3) Tres líneas maestras: Su aportación viene dada en tres líneas fundamentales para la cristiandad. Su novedad no está en el contenido sino en cómo lo articula: En dialogo con Kant (homo capax Dei) el ser humano es capaz de ser Dios. En dialogo con Hegel: Dios es capaz de ser hombre (Deus Capax Homini); solo el hombre es capaz de ser Dios porque Dios es capaz de ser hombre. En dialogo con los grandes maestros de la sospecha (Marx, Nietzsche, Freud), el misterio de Dios y del hombre ha de comprenderse en unidad. La teología es enteramente antropología y la antropología es enteramente teología. Dios no priva de libertad a la criatura, sino que le da crecimiento a la libertad y autonomía en su cercanía.

Tal vez ningún otro teólogo ha ejercido una influencia tan radical como lo hizo Karl Rhaner en la teología católica del último cuarto del siglo XX. Fue la gran lumbrera de la “nueva teología” del Concilio Vaticano II, bien aceptada por la mayoría de padres conciliares.3 Su método teológico y producción teológica fueron el motor del giro social de la iglesia, y de seguro, de inspiración para lo que después vendría a hacer la teología de la liberación. Compartió el análisis de la situación en América Latina llevado a cabo por los marxistas, aunque no extraía las consecuencias operativas de estos. Poco antes de morir defendió a Gustavo Gutiérrez ante los obispos peruanos.4

Con similar empuje, el Concilio Vaticano II fue un punto de quiebre importante en la doctrina de la iglesia católica hacia una doctrina de compromiso social y misionero. Como dice Jon Sobrino:

No cabe duda de que hoy la fe en Cristo y la misión de la iglesia, son distintas al menos en principio, a las de siglos pasados, y que esa novedad que se centra en su nueva relación con el mundo es interpretada como mejoría, como fe y misión más de acuerdo con el cristianismo. Y el presupuesto teológico de ese cambio y mejoría está basado en el Vaticano II y Medellín, en el reino de Dios que mueve a la iglesia a remitirse al mundo.5

En el compendio de la Doctrina Social de la Iglesia Católica6, basada mayormente en éste concilio, se adjunta:

El fin de la salvación, el Reino de Dios, incluye a todos los hombres y se realizará plenamente más allá de la historia, en Dios. La iglesia ha recibido «la misión de anuncia el reino de Cristo y de Dios y de instaurarlo en todos los pueblos, y constituye en la tierra el germen y el principio de ese reino».7

El contexto y la antesala a la teología de la liberación fue el Concilio Vaticano II hasta el Medellín (II CELAM). Se puede ver como un punto de partida en donde los obispos latinoamericanos hicieron oír las inquietudes de los pobres y pusieron ante la consciencia de la iglesia universal el problema de la justicia social.

En cuanto a alguna preocupación por la naturaleza, existe todo un capítulo sobre “Salvaguardar el Medio Ambiente” en el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, en donde se nota reflejada la postura del Concilio Vaticano II en cuanto a la relación del hombre con lo creado.8 La exploración y conquista del mundo en beneficio de otros y la recta aplicación. Se nota una teología de la creación en función relacional.9 Dentro de los tópicos se encuentran: Aspectos bíblicos en cuanto a la creación; los resultados positivos y negativos de la ciencia; las consideraciones del magisterio sobre la ciencia y la tecnología en general, y sus aplicaciones al medio ambiente y a la agricultura; el cuidado de la tierra; el mensaje del magisterio como esencial para valorar la relación entre medio ambiente y hombre; medio ambiente y distribución de los bienes; uso de biotecnología; un respeto balanceado hacia la naturaleza, sin menospreciarla pero sin sobrevalorarla.

Personalmente creo que, en cuanto a la misión para A.L, las contribuciones por parte de la teología católica contemporánea han sido cruciales para el matiz que tiene en la actualidad la misión del Reino de Dios en todas las iglesias cristianas. Incluso, en cuanto a lo que se refiere a una teología de la naturaleza o de la creación, han hecho un mayor aporte para el contexto latino, que el que han hecho otros grupos cristianos. Sin embargo, creo que podemos explorar, utilizar y ampliar, mucho del canal que han creado para esta nueva rama de la teología en A.L.

2. La Teología de la Liberación y sus aportes más significativos

La teología de la liberación (TL), dice Gustavo Gutiérrez, fue el resultado de la nueva conciencia de la realidad latinoamericana.10 Es la matriz de la que surgieron numerosos esfuerzos teológicos por interpretar la realidad. Algunos han sido protestantes y otros católicos pero en su mayoría católicos, porque la mayoría de la población en A.L es católica.11

José Ignacio Saranyana describe cómo el jesuita alemán Martin Maier, rastrea los orígenes y describe la TL. Para Maier, hablar de teología después del Vaticano II es hablar de la teología de la liberación.12 Esta teología habría roto con el colonialismo teológico, puesto que antes de la teología de la liberación, toda la teología enseñada en los seminarios y universidades eran teología europea.13 La TL es una nueva hermenéutica de Fe cristiana a partir de los pobres.14 No propone tanto un nuevo tema de reflexión cuanto una nueva forma de hacer teología, en concreto pretendiendo una reflexión crítica sobre la practica histórica.15

Maier se adscribe al grupo de historiadores que considera que la TL nace un debate sobre los lugares teológicos, debate, por el tono de sus palabras, influido por la filosofía hermenéutica reciente de corte europeo que se retrotrae a Martin Heidegger y su discípulo Hans George Gadamer, y a las corrientes francófonas que reflexionaron teológicamente sobre la praxis social.16

Juan Stam divide la propuesta de la teología de la liberación en tres puntos esenciales: 1) Una nueva hermenéutica y metodología teológica; 2) la salvación como liberación; 3) el rechazo de dualismos antibíblicos.17 Para la nueva hermenéutica su legado es la contextualización (relegando la teología sistemática en pro de la teología bíblica), la relectura y su hermenéutica praxeológica. Su binomio de salvación es opresión/liberación. Y por último, sus rechazos de dualismos anti-bíblicos como cuerpo/alma, persona/comunidad, teoría/praxis, eternidad/tiempo, historia bíblica/historia humana universal. Como teólogo partidario de la liberación, Juan Stam estuvo comprometido con las ideas de uno que toma en cuenta el contexto muy en serio, pero además de eso, es un teólogo latino que sobresale para este siglo XXI por sus escritos en cuanto a la creación. Después de dar una base canónica para la comprensión de toda la creación, en clave ética del Reino, Stam nos invita a la responsabilidad ambiental; el respeto a los animales; creación y sexualidad; creación y trabajo, y su relación con la justicia; el futuro esperanzador del planeta y la redención cósmica en su ya pero todavía no.18

En cuanto a la influencia de esta nueva hermenéutica de la TL, en la teología del Reino, la buena noticia del Reino es la buena noticia a los pobres.19 La visión del reino de Jesús aparece entroncada en una tradición de esperanza para la historia oprimida, que aparece antes que nada en continuidad con una tradición esperanzada.20 De manera escatológica, el fin de la esclavitud y miseria está ligado a la obra de Cristo y la llegada del Reino. Como lo engloba Gutiérrez:

La supresión de la miseria y de las explotaciones es un signo de la venida del Reino. Éste se hará presente según el libro de Isaías, cuando haya gozo y regocijo en el pueblo porque « edificarán casas y las habitarán, plantarán viña y comerán su fruto. No edificarán para que otro habite, no plantarán para que otro coma…mis elegidos disfrutarán del trabajo de sus manos» (65, 21-22), porque no se les arrebatará del fruto de su trabajo. Luchar por un mundo justo en donde no haya opresión ni servidumbre, ni trabajo alienado, será posible… « La lucha por la justicia -escribe con razón don Antonio Fragoso- es también la lucha por el reino de Dios».21

Sin dudar alguna esta teología del reino, como un “ya” estremeció la teología espiritualizante y futurista acerca del Reino de Dios. Junta a la teología contemporánea y bíblica se logró revaluar el esquema de la teología del reino en América Latina. La TL fue la apertura para el amplio desarrollo de nuevas teologías de liberacionista (teología negra, feminista, indígena, asiática, homosexual, ecológica y ¡científica!) y nuevas formas de hacer teología. Desde aquél entonces, todos vieron el tema del Reino de Dios y la misión de la iglesia de formas más pertinentes.

Un teólogo que ha desarrollado una amplia teología de la naturaleza, pero desde una teología de la filosofía del proceso, es Leonardo Boff. En las características del paradigma “naciente” sobre la concepción integral del espíritu y la materia, Leonardo Boff señala abiertamente su compromiso con la evolución de la naturaleza que se dirige de manera compleja y creciente hacia Dios. Él le llama a este proceso, autotrascendencia y cita a un famoso físico-químico como fundador del paradigma.22 Para Boff, Dios no ha acabado su obra creativa puesto que aún no se ha pronunciado la última palabra « y Dios vio que era bueno». Boff señala que esto ocurrirá únicamente al final del proceso evolutivo, proceso que explica con el auto-crecimiento complejo por el ser humano a vidas más elevadas, mientras que los sistemas abiertos se van desgastando por el aumento del desorden y la pérdida de energía.23 Para mí, Leonardo Boff es uno de los pocos teólogos latinos que ha tomado de manera un poco más seria y profunda las implicaciones de ciertos descubrimientos en ciencias naturales de forma que nos regala un ejemplo y fundamento para una teología de la naturaleza.

Con este trasfondo católico se puede notar que una mayoría cristiana en A.L puede llegar a concebir, con su rica herencia, nuevas directrices en la misión del Reino de Dios, dentro de las cuales se encuentra una teología de la naturaleza que integre los descubrimientos de los ministros de bata blanca.


  1. Se habla de dos grandes giros del Pensamiento Occidental. i) El mundo hacia Dios, la suplantación de la visión Griega (el cosmos es el centro de todo, pasa a Dios como el centro de todo). ii) Pero luego Dios hacia el mundo, en la época moderna, consecuencia de la Secularización e Inmanentismo, Dios concede su puesto al hombre, el cual es el intérprete de todas las cosas. A este giro occidental se le conoce como el giro Antropológico.
  2. Ángel Cordovilla Pérez en Ignazio Sanna, Karl Rahner (Madrid: San Pablo, 2006): 7-14.
  3. Ignazio Sanna, Karl Rahner: 31.
  4. Ibíd., 46.
  5. Jon Sobrino, Jesucristo Liberador (San Salvador: UCA Editores, 1991): 186.
  6. Cabe señalar que la expresión clásica de la Doctrina Social de la Iglesia aparece por primera vez en la encíclica de Leon XIII, Rerum novarum, en 1891. http://es.wikipedia.org/wiki/Rerum_novarum
  7. Angelo Card Sodano, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (Guatemala: Ediciones San Pablo, 2009): 46.
  8. Ibíd., 289-309.
  9. Su sentido no fue tan estrictamente, como la detallamos, de la teología de la naturaleza. El concilio Vaticano II no abordó el tema de la creación. Se centro más sobre la teología del hombre, criatura de Dios y perfeccionador de la creación. José Antonio Sayés, Teología de la Creación (Madrid: Ediciones Palabra, 2002): 85.
  10. Gustavo Gutiérrez, Teología de la Liberación (Salamanca: Ediciones Sígueme, 2004): 127-144.
  11. Eliseo Pérez Álvarez y Luis Vázquez Buenfil, Fe Cristiana, Teología Protestante, Iglesia y Misión En América Latina: 9.
  12. José Ignacio Saranyana, Teología en América Latina (Madrid: Editorial Iberoamericana, 2002): 276.
  13. Ibíd.
  14. Ibíd.
  15. Ibíd.
  16. Ibíd., 277.
  17. Juan Stam, Haciendo teología en América Latina, Vol. 2(San José: Editorial Sebila, 2005): 207-216.
  18. Ibíd., 379-94.
  19. Jon Sobrino, Jesucristo Liberador: 122.
  20. Ibíd., 135.
  21. Gustavo Gutiérrez, Teología de la Liberación (Salamanca: Ediciones Sígueme, 2004):214.
  22. Leonardo Boff, Ecología: Grito de la tierra, Grito de los Pobres (Madrid: Editorial Trotta, 1996): 36.
  23. Ibíd., 50.

Citación (ISO 690:2010): NAVARRO, César. Teología Contemporánea: El Reino y su legado a la Misión en América Latina, Parte II [en línea]. Nat. y Tras. (Rev. RYPC), 6 julio 2012. <http://www.revista-rypc.org/2012/07/teologia-contemporanea-el-reino-y-su.html> [consulta: ].