Publicado en el canal divulgativo: Naturaleza y Trascendencia | Citación
Ciencia y fe en México: Apreciaciones de un químico
David A. Vosburg
¿Alguna vez has deseado, como cristiano, tener más oportunidades para hablar sobre ciencia y fe? ¿Alguna vez te has sentido como si fueras el único que se preocupa por la intersección entre lo académico y la fe? Durante un año que estuve en México, me sorprendió gratamente el nivel de interés en la relación entre ciencia y fe cristiana, y la cantidad de invitaciones que recibí para hablar sobre el tema.
Soy profesor de química en Harvey Mudd College en Claremont, California, EE.UU., y recientemente pasé un año sabático en la Universidad de Guanajuato en México. Si bien mi principal objetivo académico para este año fue colaborar con mi colega mexicana1 en el área de química orgánica sostenible, surgieron muchas oportunidades para involucrarme en el diálogo ciencia y la fe. Mi esposa Kate (una pastora universitaria que tiene una maestría en teología) y yo publicamos recientemente el libro “Jesus, Beginnings, and Science: A Guide for Group Conversation”2, después de un período sabático anterior en el Instituto Faraday para la Ciencia y la Religión3 de la Universidad de Cambridge. Además, el líder local de COMPA4 sabía que había dado varias charlas sobre ciencia y fe en los Estados Unidos y el Reino Unido.
Ciencia y fe en español
Por lo tanto, poco después de mi llegada, me invitaron a dar una conferencia sobre "Ciencia y fe: ¿conflicto o compatibilidad?" en una iglesia local. Fue la primera vez que di tal charla en español, pero salió notablemente bien. Originalmente, se esperaba una audiencia de 15 personas, pero se corrió la voz y la pequeña iglesia se llenó con 60 asistentes para el evento. Asistieron estudiantes universitarios, profesores, pastores, adultos y jóvenes: protestantes, católicos y otros. La respuesta fue entusiasta, y parecía ser la primera vez que la mayoría había encontrado una forma de integrar la ciencia y la religión. Uno de los aspectos más notables del evento fue que creó y fortaleció los vínculos entre diferentes grupos cristianos de Guanajuato. A pesar de que representaban diferentes denominaciones y enfoques ministeriales, se unieron en torno a un interés compartido en el evento en beneficio de los cristianos y los no cristianos.
Un mensaje clave de esa charla fue ver que las Escrituras nos dicen quién es Dios y cómo nos relacionamos con él, y no ser un libro de texto para explicar la ciencia. La Biblia responde preguntas más grandes y más fundamentales que las de la ciencia. Entonces, cuando leemos las Escrituras para comprender y relacionarnos con Dios, no debemos temer un gran conflicto entre las Escrituras y la ciencia porque no lo hay. La Biblia y la ciencia adoptan enfoques diferentes y complementarios para describir la realidad.
Deseosos de un segundo evento para alcanzar a más personas, un estudiante cristiano de la Universidad de Guanajuato reservó una sala en el departamento de ingeniería. Esta segunda conferencia fue copatrocinada por COMPA y CRU, dos ministerio estudiantil. El departamento de química lo anunció a todos los estudiantes de posgrado, y también atrajo a personas de las ciudades vecinas de León e Irapuato. En ambas charlas, fui sensible a la tensión entre católicos y evangélicos en México, que es especialmente fuerte en Guanajuato.
El pastor de la iglesia en la que participé en Guanajuato, que asistió a mi primera charla sobre ciencia y fe, me invitó a predicar sobre un tema de mi elección porque él estaría ausente ese domingo. Decidí hablar sobre el tema “¿Quién creó el mundo?”, y adapté varias ideas de nuestro libro Jesus, Beginnings, and Science. Los temas clave fueron incluir múltiples libros de la Biblia (en este caso, Isaías, Génesis, Juan, Colosenses, Hebreos y Apocalipsis), reconocer la acción de la Trinidad en la creación (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y afirmar la compatibilidad de la ciencia y la fe. La predicación fue bien recibida por la congregación y tuve respuestas particularmente agradecidas de un abogado y algunos de los estudiantes universitarios.
Los comentarios de la congregación a nuestro pastor lo llevaron a invitarme a dirigir un estudio bíblico de un semestre para el grupo de jóvenes adultos en nuestra iglesia usando borradores en español de los 12 capítulos de nuestro libro, que actualmente tiene el título provisional en español “Jesús, Comienzos y Ciencia”. En promedio, hubo 11 participantes cada semana al estudiar diferentes pasajes de las Escrituras y su conexión con la creación y/o la ciencia. Aproximadamente un tercio de los asistentes tenían alguna conexión con la ciencia, pero todos parecían apreciar el enfoque práctico para estudiar las Escrituras,5 mis reflexiones como científico (que se incluyen en cada capítulo de nuestro libro) y la oportunidad de preguntar y compartir dudas libremente. También participé en otro grupo de estudio bíblico para adultos jóvenes en una iglesia diferente, y me invitaron a dirigir sesiones de ciencia y fe para ellos en cinco ocasiones diferentes. Aproximadamente la mitad de los miembros de este segundo grupo tienen antecedentes en química o ingeniería, y tienen la intención de continuar con más capítulos del libro el próximo año.
Mi creciente red en COMPA me llevó a invitaciones adicionales para dar conferencias o talleres sobre ciencia y fe: en el encuentro de graduados/profesionales y en campamentos regionales. En cada caso, mi conferencia o taller fue una de las primeras en llenarse a capacidad (o más allá de la capacidad) y los comentarios de los participantes fueron extremadamente positivos. Estas experiencias y las anteriores me confirmaron que hay mucho interés en México sobre el tema de la relación entre ciencia y fe. Además, el liderazgo de COMPA, decidió publicar nuestro libro en español.6
Ciencia y fe en México vs. en los EE.UU.
El trabajo de traducir el libro al español y dar algunas conferencias sobre este durante nuestro año en México me ayudó a ver más claramente algunas de las similitudes y diferencias entre mis experiencias en torno al diálogo ciencia y fe en México por un lado, y los Estados Unidos y el Reino Unido por el otro.
En México, como en los otros países, es raro que un científico profesional sea conocido públicamente como cristiano. Sin embargo, aquellos que lo son tienen oportunidades únicas para hablar, en función de sus credenciales académicas y/o conexiones con una iglesia, y también para formar asociaciones con grupos de estudiantes cristianos. Encontré que un formato de estudio bíblico era efectivo en los tres países, en el contexto de grupos relacionados con la iglesia o ministerios. Los participantes, en todos los casos, estaban particularmente interesados en las posturas que los cristianos tienen sobre la fe y la ciencia, y elas creencias personales de los científicos cristianos.
En México, el catolicismo predominante tiene una historia de sincretismo y de tensión con los movimientos evangélicos. Las diferencias entre protestantes y católicos son, por lo tanto, más pronunciadas en México (y, de hecho, en toda América Latina) que en los Estados Unidos. También hay una falta general de conversación sobre ciencia y fe (y sobre lo académico y la fe en general) en México. La concepción popular de una narrativa de conflicto entre ciencia y fe es menos prevalente en México, en parte porque no hay suficiente conversación o interacción entre los dos para generar un conflicto sustancial. La iglesia católica ha tenido en general una relación más amigable con la ciencia, y con la evolución en particular, en las últimas décadas que la mayoría de las iglesias evangélicas. Si bien la influencia del protestantismo evangélico es muy fuerte en los Estados Unidos, no lo es en México.
Desde mi perspectiva, hay una gran oportunidad de promover conversaciones positivas sobre la ciencia y la fe en México y en otros países de América Latina. El entusiasmo que presencié cuando compartí sobre la ciencia y la fe en México indica el potencial de las iglesias, los ministerios universitarios y los profesores cristianos para establecer conexiones entre ciencia y fe, entre temas académicos y la fe, y entre la razón y el pensamiento cristiano. Espero que nuestro libro, cuando se publique en español, sea una bendición para los creyentes y escépticos, sean científicos o no. Mientras tanto, hay muchos otros recursos excelentes sobre ciencia y fe en español que recomiendo ampliamente.7
Oportunidades para la creatividad
Soy un químico sintético, creador de moléculas, y las posibilidades creativas en la química me llevan a admirar la creatividad de Dios. La química tiene propósito y valor para mí debido a mi fe. Una forma en que esto se expresa es que me importa el medio ambiente debido a mi fe. Si este es el mundo de Dios, y él lo ama, entonces tengo una motivación para yo cuidarlo también. Con mis alumnos diseñamos rutas más eficientes para construir moléculas y desarrollamos nuevos experimentos de laboratorio con objetivos de sostenibilidad. Usamos métodos que son rápidos, eficientes y elegantes.
Para concluir, compartiré un salmo sobre química que escribí, basado en el Salmo 148 de la Biblia. No te preocupes si no sabes lo que significan todas las palabras. Estoy seguro de que cada uno de ustedes podría escribir poemas creativos de alabanza similares a partir de sus propias experiencias y áreas de interés. Lo llamo "Un salmo de David", porque me llamo David.
Alabado sea el Señor.
Alaben al Señor desde el salón de clases,
Alábenlo en el laboratorio, también.
Alábenlo, todas sus moléculas,
Alábenlo, todas sus proteínas y ácidos nucleicos.
Alábenlo, todos los alcaloides y esteroides,
Alábenlo, todos sus dulces carbohidratos.
Alábenlo, ustedes terpenoides múltiples
y sus policétidos y péptidos.
Alaben el nombre del Señor,
porque él mandó y fueron creados.
Él los formó a partir de los elementos;
él decretó cómo deberían enlazarse.
Alaben al Señor desde la RMN,8
todos ustedes químicos en la industria y la academia,
sean famosos o no,
carbono y oxígeno, azufre y nitrógeno,
los electrones que hacen todos sus enlaces,
flúor y cloro,
hidrógeno ligero y yodo pesado,
todos los alcanos y alquenos,
cada alquino y anillo aromático,
todas las aminas y los aldehídos,
las cetonas y los ácidos carboxílicos,
los ésteres, las amidas y los anhídridos,
los alcoholes y los éteres.
Alaben el nombre del Señor,
porque solo su nombre es exaltado;
su esplendor se revela en todas nuestras moléculas.
Él ha levantado para su pueblo a Cristo,
la alabanza de todos sus santos,
de la iglesia, las personas cercanas a su corazón.
Alabado sea el Señor.
Citación (ISO 690:2010): VOSBURG, David A. Ciencia y fe en México: Apreciaciones de un químico [en línea]. Nat. y Tras. (Rev. RYPC), 20 enero 2020. <http://www.revista-rypc.org/2020/01/ciencia-y-fe-en-mexico-apreciaciones.html> [consulta: ].↑
Ciencia y fe en México: Apreciaciones de un químico
Guanajuato, México. Fuente: www.bleublanc.mx |
¿Alguna vez has deseado, como cristiano, tener más oportunidades para hablar sobre ciencia y fe? ¿Alguna vez te has sentido como si fueras el único que se preocupa por la intersección entre lo académico y la fe? Durante un año que estuve en México, me sorprendió gratamente el nivel de interés en la relación entre ciencia y fe cristiana, y la cantidad de invitaciones que recibí para hablar sobre el tema.
Soy profesor de química en Harvey Mudd College en Claremont, California, EE.UU., y recientemente pasé un año sabático en la Universidad de Guanajuato en México. Si bien mi principal objetivo académico para este año fue colaborar con mi colega mexicana1 en el área de química orgánica sostenible, surgieron muchas oportunidades para involucrarme en el diálogo ciencia y la fe. Mi esposa Kate (una pastora universitaria que tiene una maestría en teología) y yo publicamos recientemente el libro “Jesus, Beginnings, and Science: A Guide for Group Conversation”2, después de un período sabático anterior en el Instituto Faraday para la Ciencia y la Religión3 de la Universidad de Cambridge. Además, el líder local de COMPA4 sabía que había dado varias charlas sobre ciencia y fe en los Estados Unidos y el Reino Unido.
Ciencia y fe en español
Por lo tanto, poco después de mi llegada, me invitaron a dar una conferencia sobre "Ciencia y fe: ¿conflicto o compatibilidad?" en una iglesia local. Fue la primera vez que di tal charla en español, pero salió notablemente bien. Originalmente, se esperaba una audiencia de 15 personas, pero se corrió la voz y la pequeña iglesia se llenó con 60 asistentes para el evento. Asistieron estudiantes universitarios, profesores, pastores, adultos y jóvenes: protestantes, católicos y otros. La respuesta fue entusiasta, y parecía ser la primera vez que la mayoría había encontrado una forma de integrar la ciencia y la religión. Uno de los aspectos más notables del evento fue que creó y fortaleció los vínculos entre diferentes grupos cristianos de Guanajuato. A pesar de que representaban diferentes denominaciones y enfoques ministeriales, se unieron en torno a un interés compartido en el evento en beneficio de los cristianos y los no cristianos.
Un mensaje clave de esa charla fue ver que las Escrituras nos dicen quién es Dios y cómo nos relacionamos con él, y no ser un libro de texto para explicar la ciencia. La Biblia responde preguntas más grandes y más fundamentales que las de la ciencia. Entonces, cuando leemos las Escrituras para comprender y relacionarnos con Dios, no debemos temer un gran conflicto entre las Escrituras y la ciencia porque no lo hay. La Biblia y la ciencia adoptan enfoques diferentes y complementarios para describir la realidad.
Deseosos de un segundo evento para alcanzar a más personas, un estudiante cristiano de la Universidad de Guanajuato reservó una sala en el departamento de ingeniería. Esta segunda conferencia fue copatrocinada por COMPA y CRU, dos ministerio estudiantil. El departamento de química lo anunció a todos los estudiantes de posgrado, y también atrajo a personas de las ciudades vecinas de León e Irapuato. En ambas charlas, fui sensible a la tensión entre católicos y evangélicos en México, que es especialmente fuerte en Guanajuato.
El pastor de la iglesia en la que participé en Guanajuato, que asistió a mi primera charla sobre ciencia y fe, me invitó a predicar sobre un tema de mi elección porque él estaría ausente ese domingo. Decidí hablar sobre el tema “¿Quién creó el mundo?”, y adapté varias ideas de nuestro libro Jesus, Beginnings, and Science. Los temas clave fueron incluir múltiples libros de la Biblia (en este caso, Isaías, Génesis, Juan, Colosenses, Hebreos y Apocalipsis), reconocer la acción de la Trinidad en la creación (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y afirmar la compatibilidad de la ciencia y la fe. La predicación fue bien recibida por la congregación y tuve respuestas particularmente agradecidas de un abogado y algunos de los estudiantes universitarios.
Los comentarios de la congregación a nuestro pastor lo llevaron a invitarme a dirigir un estudio bíblico de un semestre para el grupo de jóvenes adultos en nuestra iglesia usando borradores en español de los 12 capítulos de nuestro libro, que actualmente tiene el título provisional en español “Jesús, Comienzos y Ciencia”. En promedio, hubo 11 participantes cada semana al estudiar diferentes pasajes de las Escrituras y su conexión con la creación y/o la ciencia. Aproximadamente un tercio de los asistentes tenían alguna conexión con la ciencia, pero todos parecían apreciar el enfoque práctico para estudiar las Escrituras,5 mis reflexiones como científico (que se incluyen en cada capítulo de nuestro libro) y la oportunidad de preguntar y compartir dudas libremente. También participé en otro grupo de estudio bíblico para adultos jóvenes en una iglesia diferente, y me invitaron a dirigir sesiones de ciencia y fe para ellos en cinco ocasiones diferentes. Aproximadamente la mitad de los miembros de este segundo grupo tienen antecedentes en química o ingeniería, y tienen la intención de continuar con más capítulos del libro el próximo año.
Mi creciente red en COMPA me llevó a invitaciones adicionales para dar conferencias o talleres sobre ciencia y fe: en el encuentro de graduados/profesionales y en campamentos regionales. En cada caso, mi conferencia o taller fue una de las primeras en llenarse a capacidad (o más allá de la capacidad) y los comentarios de los participantes fueron extremadamente positivos. Estas experiencias y las anteriores me confirmaron que hay mucho interés en México sobre el tema de la relación entre ciencia y fe. Además, el liderazgo de COMPA, decidió publicar nuestro libro en español.6
Ciencia y fe en México vs. en los EE.UU.
El trabajo de traducir el libro al español y dar algunas conferencias sobre este durante nuestro año en México me ayudó a ver más claramente algunas de las similitudes y diferencias entre mis experiencias en torno al diálogo ciencia y fe en México por un lado, y los Estados Unidos y el Reino Unido por el otro.
En México, como en los otros países, es raro que un científico profesional sea conocido públicamente como cristiano. Sin embargo, aquellos que lo son tienen oportunidades únicas para hablar, en función de sus credenciales académicas y/o conexiones con una iglesia, y también para formar asociaciones con grupos de estudiantes cristianos. Encontré que un formato de estudio bíblico era efectivo en los tres países, en el contexto de grupos relacionados con la iglesia o ministerios. Los participantes, en todos los casos, estaban particularmente interesados en las posturas que los cristianos tienen sobre la fe y la ciencia, y elas creencias personales de los científicos cristianos.
En México, el catolicismo predominante tiene una historia de sincretismo y de tensión con los movimientos evangélicos. Las diferencias entre protestantes y católicos son, por lo tanto, más pronunciadas en México (y, de hecho, en toda América Latina) que en los Estados Unidos. También hay una falta general de conversación sobre ciencia y fe (y sobre lo académico y la fe en general) en México. La concepción popular de una narrativa de conflicto entre ciencia y fe es menos prevalente en México, en parte porque no hay suficiente conversación o interacción entre los dos para generar un conflicto sustancial. La iglesia católica ha tenido en general una relación más amigable con la ciencia, y con la evolución en particular, en las últimas décadas que la mayoría de las iglesias evangélicas. Si bien la influencia del protestantismo evangélico es muy fuerte en los Estados Unidos, no lo es en México.
Desde mi perspectiva, hay una gran oportunidad de promover conversaciones positivas sobre la ciencia y la fe en México y en otros países de América Latina. El entusiasmo que presencié cuando compartí sobre la ciencia y la fe en México indica el potencial de las iglesias, los ministerios universitarios y los profesores cristianos para establecer conexiones entre ciencia y fe, entre temas académicos y la fe, y entre la razón y el pensamiento cristiano. Espero que nuestro libro, cuando se publique en español, sea una bendición para los creyentes y escépticos, sean científicos o no. Mientras tanto, hay muchos otros recursos excelentes sobre ciencia y fe en español que recomiendo ampliamente.7
Oportunidades para la creatividad
Soy un químico sintético, creador de moléculas, y las posibilidades creativas en la química me llevan a admirar la creatividad de Dios. La química tiene propósito y valor para mí debido a mi fe. Una forma en que esto se expresa es que me importa el medio ambiente debido a mi fe. Si este es el mundo de Dios, y él lo ama, entonces tengo una motivación para yo cuidarlo también. Con mis alumnos diseñamos rutas más eficientes para construir moléculas y desarrollamos nuevos experimentos de laboratorio con objetivos de sostenibilidad. Usamos métodos que son rápidos, eficientes y elegantes.
Para concluir, compartiré un salmo sobre química que escribí, basado en el Salmo 148 de la Biblia. No te preocupes si no sabes lo que significan todas las palabras. Estoy seguro de que cada uno de ustedes podría escribir poemas creativos de alabanza similares a partir de sus propias experiencias y áreas de interés. Lo llamo "Un salmo de David", porque me llamo David.
Alabado sea el Señor.
Alaben al Señor desde el salón de clases,
Alábenlo en el laboratorio, también.
Alábenlo, todas sus moléculas,
Alábenlo, todas sus proteínas y ácidos nucleicos.
Alábenlo, todos los alcaloides y esteroides,
Alábenlo, todos sus dulces carbohidratos.
Alábenlo, ustedes terpenoides múltiples
y sus policétidos y péptidos.
Alaben el nombre del Señor,
porque él mandó y fueron creados.
Él los formó a partir de los elementos;
él decretó cómo deberían enlazarse.
Alaben al Señor desde la RMN,8
todos ustedes químicos en la industria y la academia,
sean famosos o no,
carbono y oxígeno, azufre y nitrógeno,
los electrones que hacen todos sus enlaces,
flúor y cloro,
hidrógeno ligero y yodo pesado,
todos los alcanos y alquenos,
cada alquino y anillo aromático,
todas las aminas y los aldehídos,
las cetonas y los ácidos carboxílicos,
los ésteres, las amidas y los anhídridos,
los alcoholes y los éteres.
Alaben el nombre del Señor,
porque solo su nombre es exaltado;
su esplendor se revela en todas nuestras moléculas.
Él ha levantado para su pueblo a Cristo,
la alabanza de todos sus santos,
de la iglesia, las personas cercanas a su corazón.
Alabado sea el Señor.
- Dra. Rocío Gámez-Montaño, quien es profesora e investigadora en el Departamento de Química de la Universidad de Guanajuato. Ella es experta en las reacciones multicomponentes y en la química verde (es decir, la química amigable con el medio ambiente).↩
- Vosburg, D.A., Vosburg, K. Jesus, Beginnings, and Science: A Guide for Group Conversation. Farmville, VA, Pier Press, 2017. El libro en inglés está disponible en PierPress.com, Christianbook.com, Amazon.com y BarnesandNoble.com. Para pedir capítulos del libro en español, envie un mensaje a David Vosburg por correo electrónico: vosburg[arroba]g.hmc.edu.↩
- Sitio web: https://faraday-institute.org.↩
- César Sánchez, quien estudió Ingeniería Química y cuenta con una Maestría en Ingeniería Ambiental, ambas por el Instituto Tecnológico de Toluca. Él trabaja en Guanajuato y sirve como asesor local a medio tiempo en el ministerio Compañerismo Estudiantil (COMPA). COMPA es una comunidad de estudiantes y profesionistas cristianos de diferentes transfondos, que tienen la convicción de que la Biblia es la Palabra de Dios y están comprometidos a evangelizar a los universitarios, fortalecerlos en su fe, equiparlos para la obra y animarlos a salir al mundo para llevar el evangelio e influir en la sociedad como sal y luz. COMPA está adscrito a la Comunidad Internacional de Estudiantes Evangélicos. (CIEE), que tiene presencia en más de 160 países. Visita http://compa.org.mx.↩
- Ver por ejemplo: Munguía, K., Valencia, R., Kennington, J., Martínez, M., Sánchez, C. y Rodríguez, S. Estudiemos la Biblia juntos: Una guía práctica para el estudio bíblico en grupos pequeños, Certeza México, 2019.↩
- Será con Certeza México (certeza.mx), la casa editorial de Compa, este 2020 o bien en 2021.↩
- Por ejemplo, los sitios web: cienciayfe.es, exploregod.com/es. También los libros ¿Cómo habla Dios? La evidencia científica de la fe por Francis Collins, El mundo perdido de Génesis uno: Cosmología antigua y el debate de los orígenes por John Walton, Creer hoy en la creación según el Génesis por Ernest Lucas, Creación o evolución: ¿Debemos elegir? por Denis Alexander, Cómo cambié de opinión sobre la evolución editado por Kathryn Applegate y J. B. Stump, La ciencia desde la fe: Los conocimientos científicos no cuestionan la existencia de Dios por Alister McGrath y La creación, la niña de los ojos de Dios por Justo Gonzales.↩
- La RMN (resonancia magnética nuclear) es un instrumento científico, que utiliza el mismo principio de la IRM (imagen por resonancia magnética).↩
Citación (ISO 690:2010): VOSBURG, David A. Ciencia y fe en México: Apreciaciones de un químico [en línea]. Nat. y Tras. (Rev. RYPC), 20 enero 2020. <http://www.revista-rypc.org/2020/01/ciencia-y-fe-en-mexico-apreciaciones.html> [consulta: ].↑