sábado, diciembre 22, 2018

Sobre el sentido de la Navidad en Rudolf Bultmann

Publicado en el canal divulgativo: Mosaicos Teológicos | Citación

Sobre el sentido de la Navidad en Rudolf Bultmann

Christmas Tree Wise Men Sunset.
Fuente: PublicDomainPictures.net.
Carlos Eduardo Salinas

Tal vez la obra más importante del teólogo alemán, Rudolf Bultmann, sea la compilación de textos que forman Creer y comprender (Glauben und Vertehen), escritos entre 1933 y 1965. En ellos desarrolla sus postulados más interesantes como su hermenéutica bíblica; tan discutida por el tema de la desmitificación. Sin embargo, en este artículo nos centraremos en algo específico: La comprensión que tiene Bultmann sobre la Navidad.

En la víspera de Navidad de 1964, Bultmann publica un artículo de periódico titulado “Was ist der Sinn unseres Weihnachtsfestes heute?” recopilado en el cuarto volumen de Creer y comprender y traducido al español por Ramón Alfonso Díez Aragón. En dicho artículo, Bultmann, expresa lo siguiente:

El sentido de la Navidad es este: el acontecimiento histórico de Jesús es el acontecimiento “escatológico”. Pero el sentido de esta frase se cumple en nosotros cuando permanecemos abiertos a la posibilidad de que cada instante de nuestra vida sea un instante “escatológico” y, como tal, sea captado y realizado por nosotros.

Bultmann afirma que la Navidad tiene un doble sentido: histórico y escatológico. Es histórico porque forma parte del entramado de la historia universal, alude al nacimiento de Jesucristo. Sin embargo, Bulmann no cree que éste acontecimiento pueda ser comparado con otros grandes acontecimientos como es el ascenso de un determinado rey en la antigüedad o el impacto político o social de una revolución armada. Es más, el nacimiento de Jesús no es un acontecimiento de alcance mundial. Bultmann concluye que la importancia de la Navidad radica más bien, en su significado escatológico.

Para nuestra actualidad, lo antes dicho por Bultmann debería ser analizado con otros matices. Es verdad, la Navidad no es un acontecimiento histórico que aparezca con normalidad en los libros de historia universal; si lo hace es para aunarlo a una explicación sobre las características generales del cristianismo; una religión importante entre otras alrededor del Mundo.

Sin embargo, en otra instancia, la Navidad si tiene un alcance mundial: en el Capitalismo. Éste retoma la historia del nacimiento de Jesús para otra cosa: construir un discurso de publicidad que justifique un bombardeo mercantil al final de cada año. Si amamos a nuestra a familia, a nuestros amigos u otros seres queridos, demostrémoslo comprando el mejor regalo en la tienda que mejor nos convenga. Jesús nació para enseñarnos que debemos amar a nuestro prójimo, pues en la actualidad hay que demostrar ese mismo amor gastando todo nuestro dinero en ropa, tecnología, comida, etc.

Si Bultmann viviera en el 2018, probablemente nos volvería a decir que el sentido más importante de la Navidad es el escatológico ¿Qué quiere decir esto? Bultmann nos explica que el nacimiento de Jesús es un acontecimiento donde un “mundo antiguo” termina y amanece uno nuevo. Retoma un villancico de Lutero:

La luz eterna ha brillado
Y un nuevo esplendor al mundo ha dado

Pero, si la Navidad es el punto de quiebre entre una época y otra ¿No se contradice con la idea de que la Navidad no tiene un alcance mundial? Debería ser algo considerado por todos los historiadores. Bultmann responde:

El “nuevo” mundo es visible solo para los ojos de la fe. Visto desde fuera, sigue siendo el viejo mundo. Pero para los ojos de la fe, el viejo mundo se ha vuelto transparente en el sentido de que detrás de él se hace visible el mundo trascendente

Bultmann, retomando a teólogos como Dietrich Bonhoeffer y John A.T. Robinson, nos dice que en la fe, Dios no es alguien lejano; Dios está muy cerca de todos nosotros. No es que Dios nos aparezca sentado en su trono y lleno de luz ante nosotros, sino que Dios nos aparece en el camino de forma indirecta, pidiéndonos que respondamos y actuemos frente a otros seres humanos que sufren la crueldad de esta realidad material. Bultmann afirma:

[E]n las preocupaciones, las angustias y las perturbaciones de la vida en las que advertimos nuestra finitud, más aún, la inconsistencia de nuestro ser humano. Hay que hacer frente a estas situaciones, para encontrar precisamente en ellas la certeza de un mundo trascendente.

Es decir, no es gastando todo el aguinaldo en un gran regalo que atendemos al llamado de la fe y amor al prójimo. Sino en cuanto tomamos un tiempo y salimos del yo, para escuchar y atender al otro. Eso podría ser más valioso.

En el afamado cuento de Henry van Dyke, The Other Wise Man, El cuarto rey mago, Artabán, tenía preparado un gran regalo para el niño Jesús: diamante, jaspe y rubí. Sin embargo, su camino al Mesías es interrumpido por muchos problemas; le horroriza la situación fatal de algunas personas y decide entregar los regalos destinados al hijo de Dios con tal de ayudar.

A un viejo moribundo entrega el diamante, salva la vida de un niño pagando con el rubí, lo que provoca que lo encarcelen treinta años. Al salir se entera que están a punto de crucificar a alguien en el Gólgota; alguien que se creía el Hijo de Dios. Corre desesperadamente, es la última oportunidad para entregar lo que queda de regalo. Todo cambia ante la indignación que le causa la subasta de una joven con tal de pagar las deudas de su padre. Artabán compra la libertad de la chica con el jaspe. En ello, Cristo muere y tiembla en Jerusalén, una piedra golpea fuerte la cabeza del cuarto rey mago. En una especie de trance, resuenan algunos versículos del Evangelio de Mateo, en el capítulo 25:

Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuando te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: de cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.

Podemos entender que al final, Artabán entendió el llamado de la fe y ofreció el mejor regalo posible a Jesucristo: responder a la necesidad del otro. Sin embargo, ¿la acción de amar al otro debe ser exclusivo de la Navidad? La respuesta de Bultmann sería un rotundo no. Él afirma que cualquier momento de nuestra vida puede ser un instante escatológico, la Navidad es la “piedra angular” para entenderlo. Dicho desde las palabras de Bultmann sería:

[C]uando ponemos nuestra vida bajo la luz de la Navidad, es decir, cuando permanecemos abiertos a la posibilidad de que cada instante de nuestra vida sea un instante “escatológico” y, como tal, sea captado y realizado por nosotros. A esta disponibilidad nos llama la palabra de Dios, como resuena en la boca del ángel en el relato de la Navidad: “¡Mirad, os anuncio una gran alegría!”.

Bibliografía
  • BULTMANN, Rudolf. ¿Cúal es el sentido de la navidad?. En: GIBELLINI, Rosino (ed.). Antología teológica del siglo XX. Sal Terrae, Santander, 2012. Pp. 66-69.
  • SOSA NUEZ, Adrián. Artabán, El Cuarto Rey Mago. Ediciones Atlantis, Madrid, 2010.

Citación (ISO 690:2010): SALINAS, Carlos Eduardo. Sobre el sentido de la Navidad en Rudolf Bultmann [en línea]. Mos. Teol. (Rev. RYPC), 23 diciembre 2017. <http://www.revista-rypc.org/2018/12/sobre-el-sentido-de-la-navidad.html> [consulta: ].