viernes, mayo 27, 2016

Vol. 5 Ext. 1 - Comentarios sobre la Conferencia de la Sociedad Internacional para el Estudio de la Religión, Naturaleza y Cultura – 2016

Vols. publicados > Vol. 5 (Dic. 2016) > Extra 1

Comentarios sobre la Conferencia de la Sociedad Internacional para el Estudio de la Religión, Naturaleza y Cultura – 2016

Oscar Gonzalez
School of Natural Resources and Environment, University of Florida, EE.UU.

Poster de la Conferencia de la ISSRNC.
En enero del 2016, se llevó a cabo en la Universidad de Florida, Estados Unidos, un evento que creo hubiese sido muy interesante para todo teólogo y académico cristiano que tiene interés en la relación entre fe y ciencia. La Sociedad Internacional para el Estudio de la Religión, Naturaleza y Cultura (ISSRNC, su sigla en inglés) llevó a cabo su reunión, titulada "Ciencia, Religion y el Futuro", con una serie de sesiones y conferencias. Como académico interesado en la relación positiva entre la ciencia y fe cristiana, participé como asistente. Quiero en este artículo resumir el evento y exponer, no todas las ponencias, sino las que a mi sesgado parecer, llamaron mi atención. Es posible acceder a los resúmenes de las ponencias en la web de la sociedad.

La Sociedad Internacional para el Estudio de la Religión, Naturaleza y Cultura es una comunidad interdisciplinaria de académicos dedicada a entender las relaciones de los seres humanos y sus diversas culturas, ambientes, prácticas y creencias religiosas. No se limita a las expresiones cristianas. Esta sociedad fue fundada en la Universidad de Florida en el 2006 y su membresía cubre diversas regiones del mundo con aproximadamente 300 miembros. Publican una revista académica denominada “Revista para el estudio de la religión, naturaleza y cultura” ; la cual tiene más de 200 artículos publicados en 10 años. Las conferencias de la sociedad se han dado cada 4 años en Estados Unidos, Sudáfrica, México, Holanda, el Vaticano y Australia.

¿Cuál es el futuro de la religión en esta era científica? Es la pregunta que se ha tratado de responder desde diferentes tópicos de interés actual. Los expositores vinieron de muy variadas disciplinas académicas y se trata de comprender la naturaleza de las interacciones de la religión con la naturaleza desde una perspectiva interdisciplinaria. No observé en ninguno de los ponentes defensas o ataques de un sistema religioso en particular, mas si profundos análisis a nivel filosófico, sociológico y psicológico.
 
Fue imposible asistir a todas las exposiciones que me hubiese gustado. Mi sesgo por ser Biólogo y especialista en Ecología fue la causa que escoja temas mayormente científicos relacionados con el medioambiente, Biología y conservación que por temas filosóficos, teológicos, culturales o sociales. Sin embargo, no desprecio la oportunidad de aprender en las áreas que no son mi especialidad. Hubo una gran cantidad de sesiones con exposiciones al mismo tiempo; los tópicos de estas sesiones fueron: interacción de la religión con la evolución, los animales, plantas, arte, cambio climático, justicia, medioambiente, neurociencia, rituales, tradiciones, educación, etnicidad, alimentación y el futuro. Si bien varios estudios fueron teóricos; discutiendo e interpretando teorías, libros y trabajos previos, hubo algunos estudios de casos bastante variados, en comunidades cristianas, musulmanas, hindúes y otras.

Alguien conocido por los biólogos es Ursula Goodenough, quien aparte de investigar la evolución del sexo y biocombustible en algas, aboga por una religión sin Dios que se denomina “naturalismo religioso”. Ella es presidente de la asociación de naturalistas religiosos; quienes curiosamente valoran la experiencia religiosa en un contacto con la naturaleza, sin necesariamente ser parte de una religión reconocida. Sus puntos de vista fueron expuestos en su conocido libro “Las profundidades sagradas de la naturaleza” (The sacred depths of nature) en 1998. También un nombre familiar para mí fue David Sloan Wilson, especialista en evolución humana, crítico de la religión y quien aplica una perspectiva evolucionista para explicar las creencias religiosas. Tiene varios libros populares como “Evolución para todos” y “La catedral de Darwin”. El tema que expuso esta vez fue sobre la evolución en grupos humanos pequeños. Wilson ve a los grupos pequeños como una unidad fundamental de organización humana en donde hay convergencia para desarrollar cooperación, espiritualidad y sostenibilidad. Esta espiritualidad, e incluso el altruismo, en grupos pequeños estarían explicados por la teoría evolutiva.

El ambientalismo católico y protestante fue comparado por Mark Stoll, quien analizo la última encíclica papal Laudato Si. Lo expuesto por el papa no fue novedad, según los antecedentes en el tema de religión y medio ambiente expuesto hace buen tiempo por Rachel Carson y Lynn White. Estudios de casos de activismo protestante en el medioambiente fueron hechos por Amanda Nichols y Michael Schuering. La primera trató de un grupo cristiano en las montañas Apalaches quienes forman parte de una comunidad que estaban siendo afectados por la remoción de tierra en lo alto de las montañas debido a la minería de carbón. Desarrollaron una identidad cultural como cristianos relacionándose con las montañas y se consideraron mayordomos de la tierra. Curiosamente, ella cataloga a este grupo como “Cristianos evangélicos gaianos” en referencia a una adhesión a la hipótesis de Gaia. Schuering, por su parte, comentó la participación de pastores luteranos de Alemania occidental cuando se opusieron a la energía nuclear a inicios de los años 1970. Desarrollaron un eco-biblicismo como parte de su activismo y participaron en un foro de debate sobre energía nuclear1.

Bron Taylor, editor de la Enciclopedia de Religión y Naturaleza, además de ser el co-presidente de esta conferencia, comentó sobre la noción del “Ecoapocalipsis” en los ambientalistas radicales o movimientos de “eco-resistencia”. Puso como ejemplo la asociación ambientalista “Earth first” quien tiene una visión apocalíptica de la crisis ambiental, afirmando un biocentrismo espiritual, y la corrupción del gobierno como una justificación para la acción. Ellos toman los escritos de naturalistas como Henry David Thoreau, John Muir, Aldo Leopold y Gary Snyder; además de James Lovelock, para justificar su lucha como movimiento de resistencia ecológico. Movimientos como estos podrían ser catalogados como quasi-religiones, religiones implícitas o para-religiones. Luego comentó sobre la necesidad del científico de ver a la naturaleza como la madre tierra y de acercarse a la misma con reverencia; puso como ejemplos las exhibiciones en el Museo de Historia Natural de Londres, el Museo de Antropología de México y el planetario en el Museo Americano de Historia Natural. El lenguaje describiendo estos lugares, en pocas palabras trata de invocar en la gente un sentido de pertenencia. Las citas de conocidos autores en los museos invocan reverencia. Al describir la evolución humana, se dice “Descúbrete a ti mismo”; la percepción de entrar a sitios como acuarios es como entrar a lugares sagrados. La espiritualidad en la naturaleza como panteísmo ha aparecido de maneras muy diversas: en el deporte hay el caso de los “surfistas del alma” quienes ven una religión en su práctica de correr las olas en sus tablas. La música puede usarse como medio de invocar espiritualidad en la ciencia, incluso en películas exitosas como Avatar2. El ver a la naturaleza como un ente viviente, comenta, ya está siendo considerado a nivel político, como en el trabajo pionero de Roderick Nash3. Ya se implementó en las constituciones de los estados de Ecuador y Bolivia los derechos de la naturaleza4. Las afirmaciones que aparecen en el libro “Biofilia” del conocido biólogo y popularizador de la ciencia E. O. Wilson5 fueron recordadas; pues menciona de alguna manera espiritualidad pero sin creencia en ningún Dios.

La espiritualidad indígena en América tuvo sus representantes en tres ponentes, Ailton Krenak, Winona LaDuke y Kyle Whyte. Ailton Krenak es un activista indígena del Brasil, quien expuso sobre la espiritualidad en la naturaleza de una manera especial. Contó que al llegar a la ciudad, antes de su exposición busco que los espíritus de la naturaleza le hablasen. Entonces tuvo un sueño en que vio un árbol grande y el espíritu del árbol le habló. Ese espíritu le comunica que debemos abrir el corazón para comunicarnos con otros seres vivientes, que la visión antropocentrista, creyendo que los humanos somos los únicos que interactuamos con la naturaleza está errada, pues la naturaleza interactúa entre sí. Después comentó de cómo esta visión antropocentrista ha llevado a la destrucción de la Amazonia por las industrias y al sufrimiento de las comunidades nativas, por el estilo de vida occidental y el sobreconsumo. De ahí su lucha por defender los territorios indígenas. LaDuke es representante nativa americana del estado de Minnesota en Estados Unidos. Ha tenido una activa participación política luchando por la sostenibilidad, publica libros sobre el legado espiritual de los nativos americanos. Tiene una institución que se dedica a crear conciencia de los derechos indígenas y su desarrollo sostenible. Whyte es profesor de la Universidad de Michigan y parte de la comunidad nativa Potawatomi. Su trabajo consiste en hacer participar a los miembros de su nación en política ambiental; como prevención ante el cambio climático, manejo de recursos piscícolas y rescatar el legado histórico de este pueblo que sufrió por la colonización.

La creencia en las hadas, según la investigadora irlandesa Jenny Butler, está vigente. Esta creencia data de antes de la llegada del cristianismo, el cual catalogó a las hadas como demonios. Esta creencia persiste, solo que por vergüenza, permanece oculta y ha sido “canibalizada culturalmente”. No es una tontería, dice la investigadora, es un culto practicado no solo en Irlanda, también en Estados Unidos. Mencionó que un grupo de estos creyentes se reúnen en una iglesia episcopal, tienen miembros que son profesionales y que creen que son hadas (no implica que deban ser mujeres – el nombre en español lo da a entender así, pero en inglés “fairy” no implica género). El espiritismo no está relegado a juegos de ouija o a películas de terror para entretener. En Brasil está organizado, puesto como un ejemplo de interface entre ciencia y religión y reconocido como practica de medicina alternativa en ciertos hospitales. Hay clínicas psiquiátricas espiritistas que van siendo cada vez más populares6, según el investigador alemán Helmar Kurz. Últimamente mucha gente se preocupa de lo que come al grado tal que se podría atribuirse considerar una conducta religiosa, pero justificada por la ciencia7. Esto también ha sido explorado en una exposición por Catherine Newell llamada “La dieta de Darwin”. Se habla de no solo ser vegetariano o vegano, sino de una nueva y mejor estilo de vida. Se mezcla la ciencia de la alimentación con la religión, incluso con historias de “conversiones”.

Para el cristiano, ¿qué importancia tienen estos temas? Pues esta conferencia ha sido una actualización de cómo el mundo académico ve al cristianismo y a la religión en general. Una característica interesante de los académicos de la religión es que casi nunca exponen su orientación religiosa. Supongo que si lo hicieran, tendrían motivo para señalarlos como sesgados. No vi a alguien identificarse como cristiano entre los ponentes de este evento. Hay académicos cristianos que dan opiniones con autoridad en tópicos complejos sobre la religión y el cristianismo (por ejemplo Jeff Schloss, Miroslaf Volf y Alvin Platinga). Sus escritos en teología, filosofía y ciencias evidencian un adecuado desarrollo intelectual de personas que defienden una posición cristiana ante las críticas modernas. Hay muy buenas participaciones en estos temas por cristianos profesionales en la American Scientific Affiliation, Christians in Science y BioLogos. Supongo que varios de los que participaron en el Encuentro Iberoamericano de Ciencia y Fe de México, y la iniciativa de Ciencia, Filosofía y Teología en América Latina también hubiesen aportado mucho en un evento como este.

Los académicos de la religión reconocen que la gente necesita creer en lo sobrenatural y lo manifiesta de distintas maneras. Como se ha expuesto en este evento, la creencia en las hadas y en el espiritismo aún es popular. El activismo en la defensa del medioambiente, en el tipo de alimentación e incluso en deportes puede volverse una práctica religiosa. Hay música y películas que incentivan a la búsqueda espiritual. La contemplación de la complejidad de la naturaleza, según se expone en algunos de los museos más importantes del mundo, llaman a una reverencia casi espiritual. Por lo tanto, es necesario que haya académicos cristianos que participen en sociedades de este tipo y hagan oír su voz. Para suplir la necesidad humana de trascendencia y significado; el cristianismo propone respuestas concretas. El mundo espera sus voceros en estos eventos.

__________
  1. Schuering, M. 2012. West German Protestants and the Campaign against Nuclear Technology. Central European History 45(4): 744-762
  2. Taylor, B. (Ed.). 2013. Avatar and Nature Spirituality WLU Press. Waterloo, Canada.
  3. Nash, R. F. 1989. The rights of nature. A history of environmental ethics. University of Wisconsin Press. Wisconsin, USA.
  4. Barie, C.G. 2014. Nuevas narrativas constitucionales en Bolivia y Ecuador: el buen vivir y los derechos de la naturaleza. Latinoamerica 4(2):9-40.
  5. E.O. Wilson 1986. Biofiia. Harvard University Press. Cambridge, USA.
  6. Luccheti et al. 2012. Spiritist psychiatric hospitals in Brazil: integration of conventional psychiatric treatment and spiritual complementary therapy. Cult Med. Psychiatry 36(1):124-135.
  7. Raman V. 2014. Food: its many aspects in science, religion, and culture. Zygon 49(4):958-976.