Publicado en el canal divulgativo: Travesías Dialécticas | Citación
Jesucristo y la Relevancia del Sacrificio
Angélica Eliú Patiño
Alrededor del mundo los seguidores de Jesucristo y los no seguidores1 dedican un tiempo para hacer memoria de la pascua, la crucifixión y el sacrificio en la cruz, con distintos rituales y prácticas. Indaguemos un poco acerca de los significados, la relevancia del sacrificio y la figura de Jesús.
Sobre el sacrificio
La palabra hebrea para el sacrificio es “qorban” que significa “acercamiento”. El sacrificio otorga un acercamiento entre Dios y el pueblo de Israel. Este contacto con Dios en la visión judeo- cristiana demanda una actitud de sumisión y agradecimiento. El sacrificio es una acción ritual en la que se ofrece a la divinidad algún bien, a través del sacrificio se expresa la disposición de obedecer a Dios.
Los sacrificios eran medios para estimular conductas específicas del pueblo de Israel y sirvieron como herramientas para la construcción de la identidad. Incluso, todas las prácticas culturales del pueblo israelita tienen que entenderse desde esta perspectiva, la búsqueda y construcción de una identidad étnica.
Mary Douglas escribe 4 acciones principales que el pueblo de Israel comenzó a ejercer para diferenciarse radicalmente de los pueblos de alrededor2:
La identidad del pueblo de Israel se constituye a través del diálogo con los sistemas religiosos que los rodeaban, su demarcación incluía distintas reglas alimenticias y prácticas culturales, el sacrificio y sus formas es una de las más notables.
El sacrificio en el Antiguo Testamento
En esta relación Dios- Pueblo se exige el sacrificio. En un pueblo de pastores y una comunidad que depende totalmente de los rebaños Dios les exige lo más importante, lo mejor del rebaño. Aunque el sacrificio israelita era en su mayor parte vegetal: incienso, pan y vino, los sacrificios de animales indicaban el estatus de la relación de Dios con el pueblo y la expiación de pecado.
La palabra holocausto significa “todo quemado”. En todos los sacrificios la parte dedicada a Dios era quemada en el altar del holocausto, la cual representaba la consagración, necesaria para la adoración y como reconocimiento de pertenencia a Dios.
La sangre de los animales se rociaba en el altar. Los animales permitidos según el levítico incluían: becerros, corderos, tórtolas y palominos, se escogían según las posibilidades económicas de la gente del pueblo, lo ofrecido tenía que ser sin defecto alguno. La persona quien ofrecía el sacrificio ponía la mano sobre la cabeza del animal, simbolizando que aquel tomaba su lugar.
El derramamiento de sangre indicaba vida sacrificada, derramada para expiar el pecado. De esa forma el israelita entendía que el pecado: (1) Trae muerte (2) Que sin derramamiento de sangre, no hay perdón de pecado (3) Que solamente existía la expiación por una muerte en sustitución.
La demanda del sacrificio y la relevancia de Jesucristo
“No había nadie más que pudiera redimir a la humanidad del pecado y la muerte, nadie que pudiera pagar el precio de su rescate y así librarlos de la esclavitud a la que Adán los había vendido.”3
La necesidad del derramamiento de sangre para lograr una reconciliación con Dios, es el centro principal del mensaje cristiano de redención. Muchas biblias han escrito con rojo las palabras de Cristo para referirse a esto. Aunque hay muchos que dicen que toda la biblia fue escrita de color rojo de sangre. Porque hay un hilo carmesí que se extiende desde la piel de los animales que Dios mató para cubrir la desnudez de Adán y Eva hasta el caballo blanco de Apocalipsis. La biblia llama el nombre de ese jinete “fiel y verdadero” y dice: “Estaba vestido de una ropa teñida de sangre; y su nombre es el verbo de Dios” Ap.19:13.
Cuando se hace referencia al sacrificio de Jesucristo en la cruz encontramos dos elementos: la sangre y el cuerpo, dispositivos que además consolidan la esperanza de la segunda venida de Cristo, esto se hace a través del ritual de la eucaristía o Santa Cena con el vino y el pan. Veamos un poco acerca de estos dos elementos.
La sangre: “Porque la vida de la carne en la sangre está” Levítico 17:11
Símbolo: El vino, la sangre derramada por Jesucristo.
La Hematología, la disciplina dedicada al estudio de la sangre nos dice que la sangre es un fluido misterioso que circula alrededor de todo el cuerpo cada veintitrés segundos, abastece de nutrición a células fijas y elimina productos inservibles. La sangre es la protectora del cuerpo, combate la enfermedad. Es la línea de defensa del cuerpo contra los gérmenes, las bacterias y mantiene una temperatura relativamente constante en el cuerpo.
Las características de la sangre se han usado para significar la sangre de Jesucristo, en este sentido es primordial para entender toda la cosmovisión cristiana, ya que la sangre de Dios hecho hombre restaura, limpia, purifica, protege y su sacrificio “acerca” a la humanidad con Dios padre.
Incluso en una de las grandes notas científicas de hace algunos años se informó que la laminina, aquella sustancia que hace que todos nuestros órganos se “acerquen” o estén unidos, tiene forma de cruz.4
Pan, El cuerpo molido
“Más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados” (Isaías 53:5).
El cuerpo humano soporta 45 unidades de dolor, en el parto la mujer soporta alrededor de 57 unidades (similar a 20 huesos rotos). La figura del cuerpo molido alude a que Jesucristo soportó un dolor de grandes niveles, huesos rotos al mismo tiempo.
El cuerpo sacrificado de Jesucristo es muy relevante en el cristianismo por ser sinónimo de bienestar, es decir, las enfermedades y los dolores él los llevó y ya no tienen que existir en la vida de los creyentes porque Jesucristo ya cargó con ellos. La salud es algo que se arrebata de la cruz.
Jesucristo como sacrificio máximo desdibuja completamente los antiguos sacrificios.
A través del sacrificio de Jesucristo hay un acercamiento a Dios Padre. En esta analogía de pago vida por vida, la figura del hijo de Dios aparece como la sustitución irrevocable de vida para ofrecer una alternativa para la humanidad, oportunidad de comunión con el Padre y salvación.
La celebración de la “Santa Cena” es uno de los rituales actuales más importantes, ya que alude al pasado, al presente y al futuro al mismo tiempo. “Todas la veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que Él venga” (1 Corintios 11:26). La Cena del Señor es una sombra de la gran cena por venir en las bodas del cordero (Apocalipsis 19).
Uno de los calificativos más interesantes que se le atañen a Jesucristo es “Abogado ante el padre” y es relevante a nuestro tema ya que indica no solamente el sacrificio que hizo por la humanidad en la cruz para hacerla co-heredera y co-partícipe del reino, sino una imagen de servicio a la humanidad abogando siempre ante Dios padre por las fallas de las personas.
La imagen servicial de Jesucristo es poco comparable a la de otras figuras divinizadas ya que cuando se espera que la humanidad y los seguidores de distintos sistemas de creencias preparen una mesa con ofrendas y apetitosos manjares que degustan sus dioses. Jesucristo “pone la mesa” para que sus seguidores degusten con él.
La figura de Jesucristo sigue siendo un tema que mantiene ocupados a investigadores, teólogos y estudiosos de diferentes disciplinas, ya sea Jesús como logos o lógica divina con la que se rige el universo, como salvador y redentor de la humanidad o como figura que sustentará la vuelta al mundo del cristianismo para creer en el Islam5. Podemos mencionar también que a través de la figura de Jesús se rige la medición del tiempo (A.C. – D.C), a partir de él se cuentan relatos, se organizan tipos de sociedades y modos de gobierno y también es la razón de grandes guerras y persecuciones. Con una diversidad de miradas, sin duda alguna la aparición de Jesucristo en la vida social de la humanidad ha cambiado el curso de la historia.
Citación (ISO 690:2010): PATIÑO, Angélica Eliu. Jesucristo y la Relevancia del Sacrificio [en línea]. Trav. Dial. (Rev. RYPC), 1 abril 2015. <http://www.revista-rypc.org/2015/04/jesucristo-y-la-relevancia-del.html> [consulta: ].↑
Jesucristo y la Relevancia del Sacrificio
"Christ on Cross". Fuente: soulshepherding.org |
Alrededor del mundo los seguidores de Jesucristo y los no seguidores1 dedican un tiempo para hacer memoria de la pascua, la crucifixión y el sacrificio en la cruz, con distintos rituales y prácticas. Indaguemos un poco acerca de los significados, la relevancia del sacrificio y la figura de Jesús.
Sobre el sacrificio
La palabra hebrea para el sacrificio es “qorban” que significa “acercamiento”. El sacrificio otorga un acercamiento entre Dios y el pueblo de Israel. Este contacto con Dios en la visión judeo- cristiana demanda una actitud de sumisión y agradecimiento. El sacrificio es una acción ritual en la que se ofrece a la divinidad algún bien, a través del sacrificio se expresa la disposición de obedecer a Dios.
Los sacrificios eran medios para estimular conductas específicas del pueblo de Israel y sirvieron como herramientas para la construcción de la identidad. Incluso, todas las prácticas culturales del pueblo israelita tienen que entenderse desde esta perspectiva, la búsqueda y construcción de una identidad étnica.
Mary Douglas escribe 4 acciones principales que el pueblo de Israel comenzó a ejercer para diferenciarse radicalmente de los pueblos de alrededor2:
- Un cambio del politeísmo de los pueblos vecinos al monoteísmo del pueblo israelita. Un único Dios.
- Los “espíritus” que eran vistos como genios o figuras poderosas en las creencias del medio oriente se ven ahora como “demonios”.
- El rey que en muchos de los pueblos se diviniza, en la postura israelita el Rey está separado de los ritos. El rey no es visto como un dios en sí mismo sino que su poder proviene de Dios y el rey solo es una persona.
- Los rituales a los antepasados profundamente arraigados en los pueblos vecinos se ven totalmente desplazados por la primacidad de Dios.
La identidad del pueblo de Israel se constituye a través del diálogo con los sistemas religiosos que los rodeaban, su demarcación incluía distintas reglas alimenticias y prácticas culturales, el sacrificio y sus formas es una de las más notables.
El sacrificio en el Antiguo Testamento
En esta relación Dios- Pueblo se exige el sacrificio. En un pueblo de pastores y una comunidad que depende totalmente de los rebaños Dios les exige lo más importante, lo mejor del rebaño. Aunque el sacrificio israelita era en su mayor parte vegetal: incienso, pan y vino, los sacrificios de animales indicaban el estatus de la relación de Dios con el pueblo y la expiación de pecado.
La palabra holocausto significa “todo quemado”. En todos los sacrificios la parte dedicada a Dios era quemada en el altar del holocausto, la cual representaba la consagración, necesaria para la adoración y como reconocimiento de pertenencia a Dios.
La sangre de los animales se rociaba en el altar. Los animales permitidos según el levítico incluían: becerros, corderos, tórtolas y palominos, se escogían según las posibilidades económicas de la gente del pueblo, lo ofrecido tenía que ser sin defecto alguno. La persona quien ofrecía el sacrificio ponía la mano sobre la cabeza del animal, simbolizando que aquel tomaba su lugar.
El derramamiento de sangre indicaba vida sacrificada, derramada para expiar el pecado. De esa forma el israelita entendía que el pecado: (1) Trae muerte (2) Que sin derramamiento de sangre, no hay perdón de pecado (3) Que solamente existía la expiación por una muerte en sustitución.
La demanda del sacrificio y la relevancia de Jesucristo
“No había nadie más que pudiera redimir a la humanidad del pecado y la muerte, nadie que pudiera pagar el precio de su rescate y así librarlos de la esclavitud a la que Adán los había vendido.”3
La necesidad del derramamiento de sangre para lograr una reconciliación con Dios, es el centro principal del mensaje cristiano de redención. Muchas biblias han escrito con rojo las palabras de Cristo para referirse a esto. Aunque hay muchos que dicen que toda la biblia fue escrita de color rojo de sangre. Porque hay un hilo carmesí que se extiende desde la piel de los animales que Dios mató para cubrir la desnudez de Adán y Eva hasta el caballo blanco de Apocalipsis. La biblia llama el nombre de ese jinete “fiel y verdadero” y dice: “Estaba vestido de una ropa teñida de sangre; y su nombre es el verbo de Dios” Ap.19:13.
Cuando se hace referencia al sacrificio de Jesucristo en la cruz encontramos dos elementos: la sangre y el cuerpo, dispositivos que además consolidan la esperanza de la segunda venida de Cristo, esto se hace a través del ritual de la eucaristía o Santa Cena con el vino y el pan. Veamos un poco acerca de estos dos elementos.
La sangre: “Porque la vida de la carne en la sangre está” Levítico 17:11
Símbolo: El vino, la sangre derramada por Jesucristo.
La Hematología, la disciplina dedicada al estudio de la sangre nos dice que la sangre es un fluido misterioso que circula alrededor de todo el cuerpo cada veintitrés segundos, abastece de nutrición a células fijas y elimina productos inservibles. La sangre es la protectora del cuerpo, combate la enfermedad. Es la línea de defensa del cuerpo contra los gérmenes, las bacterias y mantiene una temperatura relativamente constante en el cuerpo.
Las características de la sangre se han usado para significar la sangre de Jesucristo, en este sentido es primordial para entender toda la cosmovisión cristiana, ya que la sangre de Dios hecho hombre restaura, limpia, purifica, protege y su sacrificio “acerca” a la humanidad con Dios padre.
Incluso en una de las grandes notas científicas de hace algunos años se informó que la laminina, aquella sustancia que hace que todos nuestros órganos se “acerquen” o estén unidos, tiene forma de cruz.4
Pan, El cuerpo molido
“Más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados” (Isaías 53:5).
El cuerpo humano soporta 45 unidades de dolor, en el parto la mujer soporta alrededor de 57 unidades (similar a 20 huesos rotos). La figura del cuerpo molido alude a que Jesucristo soportó un dolor de grandes niveles, huesos rotos al mismo tiempo.
El cuerpo sacrificado de Jesucristo es muy relevante en el cristianismo por ser sinónimo de bienestar, es decir, las enfermedades y los dolores él los llevó y ya no tienen que existir en la vida de los creyentes porque Jesucristo ya cargó con ellos. La salud es algo que se arrebata de la cruz.
Jesucristo como sacrificio máximo desdibuja completamente los antiguos sacrificios.
8 Primero dijo: «Sacrificios y ofrendas, holocaustos y expiaciones no te complacen ni fueron de tu agrado» (a pesar de que la ley exigía que se ofrecieran). 9 Luego añadió: «Aquí me tienes: He venido a hacer tu voluntad.» Así quitó lo primero para establecer lo segundo. 10 Y en virtud de esa voluntad somos santificados mediante el sacrificio del cuerpo de Jesucristo, ofrecido una vez y para siempre (...) 14 Porque con un solo sacrificio ha hecho perfectos para siempre a los que está santificando. Heb 10: 8-14
A través del sacrificio de Jesucristo hay un acercamiento a Dios Padre. En esta analogía de pago vida por vida, la figura del hijo de Dios aparece como la sustitución irrevocable de vida para ofrecer una alternativa para la humanidad, oportunidad de comunión con el Padre y salvación.
19 Así que, hermanos, mediante la sangre de Jesús, tenemos plena libertad para entrar en el Lugar Santísimo, 20 por el camino nuevo y vivo que él nos ha abierto a través de la cortina, es decir, a través de su cuerpo y tenemos además un gran sacerdote al frente de la familia de Dios. 22 Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe. Heb. 10:19-22.
La celebración de la “Santa Cena” es uno de los rituales actuales más importantes, ya que alude al pasado, al presente y al futuro al mismo tiempo. “Todas la veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que Él venga” (1 Corintios 11:26). La Cena del Señor es una sombra de la gran cena por venir en las bodas del cordero (Apocalipsis 19).
Uno de los calificativos más interesantes que se le atañen a Jesucristo es “Abogado ante el padre” y es relevante a nuestro tema ya que indica no solamente el sacrificio que hizo por la humanidad en la cruz para hacerla co-heredera y co-partícipe del reino, sino una imagen de servicio a la humanidad abogando siempre ante Dios padre por las fallas de las personas.
La imagen servicial de Jesucristo es poco comparable a la de otras figuras divinizadas ya que cuando se espera que la humanidad y los seguidores de distintos sistemas de creencias preparen una mesa con ofrendas y apetitosos manjares que degustan sus dioses. Jesucristo “pone la mesa” para que sus seguidores degusten con él.
La figura de Jesucristo sigue siendo un tema que mantiene ocupados a investigadores, teólogos y estudiosos de diferentes disciplinas, ya sea Jesús como logos o lógica divina con la que se rige el universo, como salvador y redentor de la humanidad o como figura que sustentará la vuelta al mundo del cristianismo para creer en el Islam5. Podemos mencionar también que a través de la figura de Jesús se rige la medición del tiempo (A.C. – D.C), a partir de él se cuentan relatos, se organizan tipos de sociedades y modos de gobierno y también es la razón de grandes guerras y persecuciones. Con una diversidad de miradas, sin duda alguna la aparición de Jesucristo en la vida social de la humanidad ha cambiado el curso de la historia.
- Los musulmanes están esperando la venida del Mahdi, el ultimo profeta de parte de Dios. “Israel debe ser destruido y todos los seguidores de ISA o Jesús y sólo entonces el 12 ª Imam, el Mahdi, volverá a aparecer y matar a todos los infieles, levantando la bandera del Islam en todos los rincones del mundo. Alrededor de 670 millones de musulmanes esperan la llegada del último profeta del Islam, indica una nueva encuesta Pew Research. Para la mayoría de ellos el será el último profeta del Islam, que gobernará el mundo y derrotará a los enemigos que no sirven a Alá. En esta postura se tiene en cuenta la muerte de Jesucristo y se espera la segunda venida, para que él mismo les diga a sus seguidores que están equivocados y que tienen que alabar a Alá. Esta expectativa está más extendida en Afganistán (83%), Irak (72%), Túnez (67%), Turquía (68%) y Malasia (62%).↩
- Douglas, Mary. El levítico como literatura. Una investigación atropológica y literaria de los ritos en el Antiguo Testamento. Gedisa. 2006.↩
- La clase de sacrificios que agradan a Dios en: Revista de divulgación. 2007. Publicaciones en español. Pp. 18.↩
- Puede conocer más del tema en: “La laminina cruciforme nos mantiene unidos” Disponible en: https://www.aguasvivas.cl/multimedia-archive/la-laminina-cruciforme-nos-mantiene-unidos/ ↩
- Véase pie de página 1.↩
Citación (ISO 690:2010): PATIÑO, Angélica Eliu. Jesucristo y la Relevancia del Sacrificio [en línea]. Trav. Dial. (Rev. RYPC), 1 abril 2015. <http://www.revista-rypc.org/2015/04/jesucristo-y-la-relevancia-del.html> [consulta: ].↑