jueves, enero 09, 2014

La Iglesia en Guatemala y los límites de su misión según su comprensión del Reino de Dios

Publicado en el canal divulgativo: Mosaicos Teológicos | Citación

La Iglesia en Guatemala y los límites de su misión según su comprensión del Reino de Dios

Antigua Guatemala. Fuente: guatevalley.com

Dámaris Ruyán

Introducción

Debido a la importancia del concepto del Reino de Dios en el quehacer de la Iglesia, se desarrolla una breve historia de la iglesia evangélica en Guatemala, su implantación y crecimiento hasta nuestros días. Luego, se hace un recorrido por los movimientos que han influido la misión de la Iglesia. Y por último, se propone una reforma del concepto del Reino de Dios, con la ayuda de diferentes teólogos latinoamericanos, como un eje que guía a la Iglesia evangélica a cumplir su misión en la historia de Guatemala.

1. Breve historia de la implantación de la iglesia evangélica en Guatemala

La implantación de la iglesia evangélica en Guatemala se dio formalmente en 1882 aprobada por el entonces presidente Gral. Justo Rufino Barrios1 como una manera de contrarrestar la interferencia clerical y distraer la atención de los opositores (ICR). Barrios invitó a los miembros de la Junta Presbiteriana de Misiones para establecer una misión protestante en Guatemala y él mismo, hizo la promesa de garantía personal y cooperación. Es así como el misionero John C. Hill arribó a Guatemala, el 2 de noviembre de 1882, acompañado por el General Barrios y su comitiva presidencial, quién declaró al misionero como huésped distinguido. La intención de Barrios, desde el principio fue el establecimiento de una iglesia protestante, él se había convencido de que el movimiento protestante podía contribuir eficazmente en su plan progresista de gobierno y Hill contribuiría a sus amplios planes de su Reforma Liberal. Este hecho escribió una nueva página en la historia de Guatemala, la Misión Presbiteriana arribó al país y con el paso de los años se constituyó un importante estrato socio-religioso del país: la iglesia evangélica guatemalteca.2

La segunda misión que llegó a Guatemala fue la Misión Centroamericana, se abrió en 1899, ellos comenzaron con las reuniones evangelísticas. Pronto comenzaron a construir el segundo templo protestante en un lugar estratégico del país. Los misioneros de esa época motivados por su pasión de propagar el mensaje de Jesucristo decidieron extenderse a otras partes del país.3 Es así como las diferentes denominaciones se distribuyeron el país, abriendo centros de adoctrinamiento fuertemente nutridos por el dispensacionalismo, base teológica del fundamentalismo.4 Las misiones establecieron escuelas de excelente calidad que servían a la élite liberal, en la esperanza de crear una intelligentsia que transformara la atmósfera espiritual del continente.5 Entre 1930 y 1950, los protestantes fundamentalistas, profundamente influidos por el sector del movimiento «evangelical» de los Estados Unidos, llegaron a ser árbitros de la ortodoxia protestante en Guatemala. Es en esta época que los protestantes guatemaltecos llegaron a ser conocidos como evangélicos.6

Entre 1960 y 1985 el número de protestantes se incrementó en Guatemala y el pentecostalismo fue el impulso principal (catalogado como un «fenómeno de despertar»), luego del terremoto de 1976 y durante el conflicto armado interno. Debido a estos acontecimientos el crecimiento de la iglesia evangélica de Guatemala se elevó, lo que la ha llevado a ser una de las naciones más evangelizadas del mundo.7
Luego de la firma de la paz en 1996, el debilitamiento de la iglesia católica y el alto porcentaje de credibilidad en la iglesia evangélica, permitieron nuevas formas de expandir el evangelio a través del uso de la televisión y la radio. En el uso de estos medios las megaiglesias han tenido éxito y surge así el neopentecostalismo.

El neopentecostalismo ha dado lugar a los telepredicadores los cuales mantienen nexos ideológicos doctrinales con los Estados Unidos. Cada telepredicador ha demostrado su capacidad para modificar los modelos importados según las exigencias particulares del contexto guatemalteco.8 Una nueva generación de empresarios religiosos ha descubierto como acceder a los recursos espirituales colectivos de la región, empaquetándolos en drama y presentándolos con la fuerza y el atractivo del misterio.9

Es importante subrayar que actualmente el «pueblo evangélico» está representado por la Alianza Evangélica de Guatemala (AEG), ente que reúne a diferentes iglesias evangélicas históricas, conservadoras, reformadas, pentecostales y neopentecostales. Esta organización no apoya a partidos políticos o personas individuales y según el presidente de esta organización el pastor Darío Pérez Ramos, la AEG apoya de la siguiente manera:

la iglesia sigue luchando contra los problemas sociales mediante: quinientos colegios evangélicos en toda la nación, clínicas médicas atendidas por iglesias locales a bajo precio, hospitales y sanatorios privados, centros de rehabilitación para drogadictos y alcohólicos, casas-hogares para niños de la calle y huérfanos del conflicto armado, comedores populares para adolescentes y niños necesitados. El papel más importante de la iglesia se ha manifestado en el combate al analfabetismo. Con el afán de conocer y estudiar la Biblia muchos de sus miembros han aprendido a leer y escribir. Muchos
de estos programas son apoyados y respaldados por la Alianza Evangélica de Guatemala.10


Según Pérez Ramos el mayor desafío para la iglesia evangélica en la actualidad es político además de la falta de identidad cristiana, el tradicionalismo entre otros. El objetivo de presentar la breve historia de la iglesia evangélica de Guatemala es mostrar cómo la iglesia se ha visto influenciada por aspectos políticos, económicos, sociales, etc., cuya comprensión del reino de Dios se ve reflejada en su labor dentro de la sociedad guatemalteca.

2. Los límites de la misión de la iglesia evangélica en Guatemala

Los límites de la misión de la iglesia evangélica en Guatemala han sido determinados por varios movimientos, entre ellos: el evangelicalismo, el fundamentalismo cuya doctrina dispensacional es determinante, el pentecostalismo y actualmente el neopentecostalismo.

El evangelicalismo tiene sus propias características distintivas en las que cabe mencionar: En énfasis en la relación personal con Cristo, la presencia del Espíritu Santo a partir de la experiencia de conversión, predicación y actividad misionera para el crecimiento de la iglesia, la dimensión individual está sobre la institucional, la ética social y política carecen de importancia, énfasis en cristianismo práctico,11 la separación entre iglesia y Estado, una escatología en la que el retorno de Cristo se espera en un futuro próximo en el cual hay un plazo para que el creyente decida de su salvación, la manifestación social y política del reino de Dios en la tierra es el capitalismo, la libre empresa y la democracia liberal.12 Samuel Escobar considera que el mismo celo con que se lucha por la integridad del mensaje evangélico no se observa en el esfuerzo por articular una aplicación integral de ese mensaje en todas las áreas de la vida.13

El fundamentalismo interpreta la crisis como señal de ruina moral, la única solución es el arrepentimiento y la conversión individual, el mundo no puede salvarse ni mejorar, se dirige irrevocablemente a la catástrofe apocalíptica. La crisis social y los demás acontecimientos actuales son sólo indicios del fin inminente y de la religión no se puede deducir ninguna responsabilidad social.14
Para la teología dispensacionalista el reino de Dios irrumpirá en el futuro, por ello ningún reino de este mundo puede ser considerado como el reino de Dios. La consecuencia de esta creencia es una actitud crítica frente a los reinos de este mundo. La mundanalidad se redujo al consumo de alcohol y tabaco, ciertas formas de vestir, cine, baile pero no se critican las prácticas sociales del capitalismo, el espíritu de lucro, la usura, la manipulación de conciencias por los medios de comunicación masiva, la corrupción política del gobierno, etc.15

El pentecostalismo por su parte, es un movimiento desinteresado en la doctrina y centrado en lo emocional, en la vivencia de lo sobrenatural como los milagros y el hablar en lenguas, las curaciones, los exorcismos. En todas estas prácticas se descubre la fuerza de la fe, capaz de vencer al demonio y la presencia del Espíritu Santo, en el individuo como en la comunidad. Tal seguridad infunde ánimo para seguir adelante y afrontar los problemas en la vida diaria.16 Existe también, una tendencia a ignorar este mundo, apoyándose en una interpretación a-histórica de la Biblia y a situarse en general de lado de las posiciones políticas más conservadoras. Su experiencia religiosa individual, la exclusión de la actividad social, moralismo apocalíptico y la obsesión anticomunista son otras de sus características.17

Una variante del pentecostalismo es el neopentecostalismo cuya enseñanza principal se basa en la teología de la prosperidad. El bautismo en el Espíritu Santo tiene la función de devolver a los dirigentes el poder y la seguridad de los perdidos por causa de las conmociones sociales de los años pasados. Se anima a los creyentes a ser constructores de una sociedad futura conforme al modelo neoliberal de los Estados Unidos. El fin del mundo y la segunda venida de Cristo, ya no se mencionan. Se insiste en que quien recibe el Espíritu Santo tiene más poder que todas las fuerzas del mal y está llamado a construir un nuevo mundo.18

Cada uno de estos movimientos ha influenciado grandemente en la labor de la iglesia evangélica dentro de la sociedad guatemalteca. Un sector de la iglesia evangélica sigue viendo en la crisis, señales apocalípticas y siguen predicando una salvación personal como única manera de salvación, no hay compromiso social. Otro sector, reclama las manifestaciones del Espíritu Santo a través del hablar en lenguas, sanidad, milagros, experiencias emocionales y proféticas que le permitan seguir viviendo las difíciles situaciones que afronta el país. Y otro sector ha encontrado en al religión evangélica una mina de oro que ha explotado para construir megaiglesias, comprar canales de televisión, emisoras de radios, producir telemaratones para adquirir fondos y hacer ciudades «cristianas» las cuales interfieren a la ciudadanía.19 Sin duda, como bien explica Similox acerca de las iglesias neopentecostales:

Es gente que busca acercarse a lo sagrado como explicación de su vida, de su futuro. Si la Iglesia Católica niega el contacto directo con todo ese campo, estas nuevas expresiones neopentecostales lo permiten, lo favorecen y estimulan. Las nuevas iglesias no exigen una gran formación teológica para sus pastores; cualquier persona de pueblo que se pone al frente de un grupo, sin estudios bíblicos rigurosos, sin estudiar hebreo ni latín ni griego, puede hacerse pastor con facilidad porque la gente no busca cosas muy sofisticadas sino respuestas concretas a sus necesidades. Y esas iglesias sin dudas, a su modo, las ofrecen. Con gente tan golpeada que necesita tanto un apoyo, es fácil que esa oferta religiosa se expanda y crezca entre los sectores más humildes. Pero también se da el fenómeno entre la clase media alta y alta. Ahí se acerca gente de ‘éxito’. Es decir: todas estas iglesias ofrecen los caminos para la autorrealización y el éxito personal, por tanto dan algo que la gente entiende mucho más, que necesita mucho más que lo que ofrece la Iglesia Católica.20


Todos estos movimientos hacen una reducción del mensaje del Reino de Dios a los límites arbitrarios de una supuesta vida interior, individual y privada que, ni existe en la realidad, ni tiene el menor explicación en las Escrituras.21

3. Una reforma del concepto del Reino de Dios, una reforma de la iglesia

Actualmente, Guatemala es un país cuyos problemas sociales son cada vez mayores y parece que tardará un buen tiempo en resolverlos. Los esfuerzos del Estado por mejorar la situación social es insuficiente y ante un aumento significativo de la población evangélica de Guatemala, es necesario que la iglesia se una a estos esfuerzos. Pero para ello se hace necesaria una reforma en el concepto del Reino de Dios para que la iglesia participe en una verdadera transformación en pro de la dignidad humana. Es imposible dejar de ver la praxis del reino de Dios desde la perspectiva social en Guatemala. Moltmann considera:

Si la iglesia sólo se interesase por sí misma, sólo podría ver en el horizonte de su esperanza su propia perfección. Pero si se interesa por otras vidas, como lo requiere su condición de iglesia de Cristo, entablará relaciones dentro de la historia con partner que no son iglesia ni lo serán.22


En la nueva comprensión del tema del reino de Dios, la FTL ha señalado temas, que anteriormente no se habían definido y con el tiempo otros teólogos han contribuido a una mejor definición del reino de Dios para Latinoamérica. A continuación algunos aportes con respecto al reino de Dios:

El tema del reino de Dios debe ser bíblico y contextual. Samuel Escobar inquirió en que la fe no solo debía tener una dimensión social, sino también proclamó que la identidad evangélica debía tener sabor latinoamericano, pero sobre todo debía ser bíblica y contextual, bases para la misión integral de la iglesia.23 Por su parte, René Padilla explica que el reino de Dios es hablar del propósito redentor de Dios para toda la creación y de la vocación histórica que tiene la iglesia respecto a ese propósito aquí y ahora, «entre los tiempos». Es también hablar de una realidad escatológica que constituye un punto de partida a la vez que la meta de la iglesia. La misión de la iglesia solo puede entenderse a la luz del Reino de Dios. El reino de Dios es una realidad presente y a la vez una promesa que se cumplirá en el futuro: ha venido (y está presente entre nosotros) y vendrá (de modo que esperamos su advenimiento).24

El reino es el poder dinámico de Dios que se hace visible por medio de señales concretas que muestran que Jesús es el Mesías.25 En el tiempo de Jesús, el reino posee una presencia dinámica y es una buena noticia para la iglesia y el mundo. La vida de Jesús es la clave fundamental para comprender la buena noticia del Reino de Dios, explicado en Marcos 4:1-34; en Jesús se concreta el reinado de Dios que se hace presente con Él.26 La premisa básica de la misión de Jesús y el tema central de su predicación no es la esperanza de la venida del Reino en una fecha predecible, sino el hecho de que su propia persona y obra del reino ya se ha hecho presente con gran poder. Jesús afirma que nadie sabe el día ni la hora en que el drama escatológico llegará a su conclusión (Mr.13:32). Es una nueva realidad que ha entrado en el cauce de la historia y que afecta la vida humana no sólo moral y espiritualmente, sino también física y psicológicamente, material y socialmente.27

El Reino de Dios es contracultural. El modelo de reino de Dios que Jesús proponía desafiaba los poderes económico, cultural, social y religioso. Puso el bien del ser humano como criterio decisivo para constatar si Dios reinaba en el mundo y para averiguar cuál era su voluntad. Jesús entendió el Reino de Dios desde el horizonte del AT, fue consecuente cuando hizo una defensa radical de la vida y de la dignidad de toda persona. Alegre, explica que la predicación de Jesús «molestó» a los poderes «establecidos» en este mundo, que cultivan otra escala de valores. Por eso exige una conversión y resulta difícil de comprender. El reino de Dios propone una enseñanza y una tarea que no resultan fáciles de comprender y de vivir. Comprender el mensaje del reino significa que «hay que ir a Galilea», que simboliza, teológicamente, la vida y el mensaje de Jesús, que le llevó a la cruz.28

El reino de Dios es globalizante.29 René Padilla manifiesta que la iglesia además de ser evangélica debe ser ecuménica. Aunque el término ecuménico y evangélico puede prestarse a diferentes interpretaciones, lo ecuménico de la iglesia se refiere a que todo la tierra habitada (oikoumene) debe ser el campo de la acción transformadora de Dios. Es comprometerse en la construcción del mundo de justicia, paz e integridad de la creación.30 Un cristiano ecuménico puede ser un seguidor fiel de Jesucristo sin pertenecer a ninguna iglesia particular.31

El reino de Dios posee una dimensión ética. Ser ciudadano del reino es una forma de vivir entre los hombres, habiendo descubierto nuevamente lo que significa ser hombre en el designio de Dios. No es solamente aprenderse algunas cosas de Jesús, cantar, orar y asistir a la iglesia.32 El discípulo de Cristo debe ser vigilante guardián de la paz no sólo en el seno de la comunidad cristiana sino en sus relaciones con todos los hombres; un hacedor de paz, un pacificador. Debe además, practicar la justicia, lo cual se concreta en la paga del salario justo. La justicia es una forma concreta de conducta en el seno de la comunidad cristiana, que por fuerza tendrá repercusiones en el seno de la sociedad en que vive.33

Padilla considera que en el mundo de hoy, no hay nada más urgente que una revolución ética que tome en serio precisamente los valores representados en las Escrituras. Los problemas como el abuso de poder, la ambición de riquezas materiales. la explotación de los pobres son una realidad hoy como en los tiempos bíblicos. Por lo tanto, las relaciones económicas deben basarse en el amor y la justicia. Padilla acerca de esta situación considera:

El capital financiero se ha convertido en el factor determinante no sólo en el campo económico, sino prácticamente en todo orden de la vida humana. Se pretende que este sistema perverso es el único posible, y que toda otra alternativa es utópica porque carece de fundamento en la realidad. Frente a la fatal pretensión de este imperialismo económico es urgente que los cristianos reconozcan que una dimensión esencial de nuestra misión es reafirmar los valores éticos que forman parte de nuestra herencia.34


Por último, se considera que el reino de Dios es un hecho presente y por otro lado es algo que todavía está por revelarse. La esperanza de que trae el conocimiento de que la vida «en abundancia» o «eterna» es la vida del Reino de Dios que ha irrumpido en la historia en la persona y obra de Jesucristo y que culminará en su segunda venida, no debe olvidarse. La vida en abundancia es vida en que se cumple cabalmente el propósito para el cual Dios la creó y Dios la sustenta; es la concreción del amor y la justicia del reino de Dios en un contexto socioeconómico, cultural específico. La vida se fomenta en la medida en que se anuncia el mensaje de la vida en Cristo, se denuncia toda forma de injusticia y se actúa en servicio de la vida en todas sus dimensiones.35

Conclusión

La breve historia de la iglesia en Guatemala es similar a la historia de la iglesia en Latinoamérica. Las influencias de los diferentes movimientos que se dieron debido a los cambios políticos, sociales, económicos, etc, han creado en el imaginario evangélico una idea de lo que es el Reino de Dios, limitándolo a una venida de Jesús inminente y una salvación individual espiritual principalmente. La iglesia actual puede formar parte de una manipulación de cierta clase privilegiada, como lo señala la historia. Como ciudadana guatemalteca veo que la reforma en la concepción del tema del Reino de Dios contribuirá a la reforma de la iglesia y su misión. La iglesia no debe mantenerse en aislamiento religioso sino debe contribuir a una mejora de la dignidad humana de todos los estratos sociales pero más de quienes son débiles. Jesucristo anunció un reino dinámico, presente y comprometido, su reino se está revelando y la iglesia evangélica debe manifestar que ya está siendo ciudadana del reino hoy sin dejar la esperanza de cumplimiento total del Reino.

Aplicaciones finales:

Mis aplicaciones van dirigidas principalmente a líderes que de alguna manera ocupan alguna posición en influencia dentro de la iglesia local. Ya que estos sistemas de pensamiento están muy enraizados en la mente de los cristianos pero aún escuchan a sus líderes, pastores, maestros, discipuladores, etc.

1. Este estudio me desafía principalmente a compartir aspectos que han quedado fuera del tema del Reino de Dios. No seguir sobre-enfocando la escatología apocalíptica de una venida inminente de Jesús. Como bien explica Ellacuría, la iglesia debe vivir eficazmente, debe anunciar y realizar, que Dios no es sólo el Señor de los individuos y de las consciencias, sino también de la sociedad y de la historia.36

2. Se debe discutir a fondo la misión de la Iglesia en su situación actual y formular una misión que responda a las necesidades de sus sociedades y de sus propios miembros. Ya que dentro de la propia comunidad eclesiástica existe gente muy necesitada y solamente se es indiferente. No hay sensibilidad.

3. La iglesia debe plantearse las siguientes interrogantes:
  • Cómo puede contribuir la iglesia en el mejoramiento de la vida de los más débiles: viudas, marginados, niños explotados y desnutridos.
  • Cómo fomentar una solución posible en Guatemala.
  • Cuál debe ser la forma de asistencia pastoral en las zonas en donde se localiza y así contribuir a mejorar la sociedad guatemalteca.
  • Qué forma debe tomar la pastoral de acompañamiento en torno al pueblo en la que ejerce influencia.

4. La iglesia evangélica en Guatemala se encuentra aún en una posición de credibilidad, debe acercarse y formar alianzas estratégicas que ayuden al crecimiento integral de sus miembros y de todos aquellos que quieran recibir su ayuda. Y comenzar a interesarse por la política del país, lugar en donde se podría lograr algún beneficio para la población más necesitada.

5. Pero principalmente, considero que la iglesia debe sufrir una conversión porque la mayoría de iglesias están puestas mayoritaria y visiblemente al servicio del status quo. Debería iniciar una larga, penosa y difícil conversión como bien señala Ellacuría.37


  1. Catalogado junto al presidente mexicano Benito Juárez y al presidente de colombia Tomás Cipriano de Mosquera como radicalmente anticatólicos. Florencio Galindo, El fenómeno de la sectas fundamentalistas: la conquista evangélica de América Latina (Navarra, España: Editorial Verbo Divino, 1994), p. 198.
  2. Virgilio Zapata, Historia de la iglesia evangélica en Guatemala (Guatemala: Génesis Publicidad, 1982), pp. 25-32.
  3. Zapata, Ibíd, pp. 60-63.
  4. Galindo, op. cit., p. 218.
  5. José Míguez Bonino, La fe en busca de eficacia: una interpretación de la reflexión teológica latinoamericana de liberación (Salamanca, España: Ediciones Sígueme, 1977), p. 33.
  6. Dennis A. Smith, Televisión religiosa en Guatemala: la experiencia pentecostal, Vida y pensamiento Vol. 30 No. 2 Segundo semestre 2010, p. 46.
  7. Noticiacristiana.com "Guatemala: Crecimiento evangélico en medio de conflictos armados y una catástrofe". 27 de Septiembre, 2008 http://www.noticiacristiana.com/sociedad/2008/09/guatemala-crecimiento-evangelico-en-medio-de-conflictos-armados-y-una-catastrofe.html (Consultado: 25 septiembre 2013).
  8. Smith, op. cit., p. 51.
  9. Smith, Ibíd, p. 56
  10. Noticiacristiana.com, Ibíd.
  11. Galindo, op. cit., p. 218.
  12. Escobar, "El reino de Dios, la escatología y la etica social y política en América Latina" en El reino de Dios y América Latina (USA: Casa Bautista de Publicaciones, 1975), p. 137.
  13. Escobar, Ibíd, p. 127.
  14. Galindo, op. cit., p. 163.
  15. Escobar, El reino de Dios, la escatología y la etica social y política en América Latina, p. 138.
  16. Galindo, loc. cit.
  17. Galindo, Ibíd, p. 185.
  18. Galindo, op. cit., p. 186.
  19. Debido a que se produce mucha malversación de fondos y a la falta de un impuesto que obligue a las iglesias a contribuir con el Estado, el gobierno ha considerado fiscalizar a las iglesias, sin embargo, algunas organizaciones privilegiadas cristianas ya se libraron de este procedimiento.
  20. Agencia la Voz. "Hay religiones que ocultan la realidad afirmó el pastor presbiteriano Vitalino Similox" http://agencialavoz.blogspot.com/2008/06/hay-religiones-que-ocultan-la-realidad.html. (Consultado: 25 de septiembre 2013)
  21. José Míguez Bonino, Ama y haz lo que quieras: una ética para el hombre nuevo (Buenos Aires, Argentina: Editorial Escatón, 1972), p. 84.
  22. Jürgen Moltman, La iglesia fuerza del Espíritu (Salamanca, España: Ediciones Sígueme, 1978), p. 166.
  23. Valdir Steuernagel, Al servicio del Reino en América Latina: Un compendio sobre la misión integral de la iglesia cristiana en Latinoamérica (San José, Costa Rica: Visión Mundial, 1991), p. 13.
  24. René Padilla, "La misión de la iglesia a la luz del reino de Dios" en: Al servicio del Reino en América Latina: Un compendio sobre la misión integral de la iglesia cristiana en Latinoamérica (San José, Costa Rica: Visión Mundial, 1991), p. 18.
  25. Steuernagel, op. cit., p. 19.
  26. Xavier Alegre, El reino de Dios y las parábolas en Marcos Revista latinoamericana de teología No. 67 enero-abril 2006 año XXIII, p. 5.
  27. Steuernagel, loc. cit.
  28. Steuernagel, op. cit., p. 26.
  29. K. Koll, Iglesia y misión Vida y pensamiento Vol. 30 No. 2 Segundo semestre 2010, p. 122.
  30. René Padilla, Discipulado, compromiso y misión (San José, Costa Rica: Visión Mundial, 1994), p. 44
  31. K. Koll, op. cit., p. 117.
  32. Samuel Escobar, El reino de Dios, la escatología y la etica social y política en América Latina, p. 146.
  33. Escobar, Ibíd, p. 148.
  34. René Padilla, Economía humana y economía el Reino de Dios, (Buenos Aires, Argentina: Editorial Kairós, 2002), 24.
  35. Padilla, Ibíd, p. 57.
  36. Ignacio Ellacuría, Esquema de interpretación de la iglesia en Centroamérica Revista latinoamericana de teología No. 31 enero-abril 1994 año XI, 9.
  37. Ellacuría, Ibíd, p. 13.

Citación (ISO 690:2010): RUYÁN, Dámaris. La Iglesia en Guatemala y los límites de su misión según su comprensión del Reino de Dios [en línea]. Mos. Teol. (Rev. RYPC), 9 enero 2014. <https://www.revista-rypc.org/2014/01/la-iglesia-en-guatemala-y-los-limites_794.html> [consulta: ].