lunes, marzo 07, 2011

En debate: acerca de la evolución teísta

Manuel David Morales

El pasado 16 de Marzo en el blog ¿Darwin o DI? se publicó una crítica al evolucionismo teísta1, tomando como punto de referencia una entrevista concedida por Francis Collins el año 20062. Como en lo personal adhiero a esta linea de pensamiento, quisiera responder a dicha publicación.

Al principio del artículo, se nos presenta una breve reseña personal de  Collins, junto con una cita en donde de manera muy general el científico expone su postura. Luego, y a pesar de que en ninguna parte de la entrevista se habla del llamado movimiento del Diseño Inteligente, se nos entrega una aclaración sobre qué es lo que puntualmente sostiene. No me detendré allí. Lo que sí deseo analizar son dos aspectos que se mencionan. El primero, tiene que ver con lo que afirmaría el "naturalismo evolutivo" en contraste con el DI:

"El naturalismo evolutivo, en cambio, afirma que la vida tiene apariencia de diseño mas no un diseño real y por consecuencia no tiene origen inteligente. Un diseño implica un plan, por lo cual, si la vida no tiene diseño real tampoco debe tener ninguna planificación y en consecuencia causalidad inteligente. No debe tener teleología, es decir, finalidad".

El segundo, y considerando de que Collins y en general los evolucionistas teístas afirman que Dios ha dirigido el mecanismo darwinista, se sugiere una incoherencia en el discurso:

"Es en este punto donde Collins establece la incoherencia de su discurso y en general del evolucionismo teísta al apelar a una teleología que el resto de evolucionistas rechaza de plano y considera innecesario para producir la apariencia de diseño de la complejidad biológica".

Hoy en día es bien sabido que el naturalismo consta de dos variantes, las cuales deben distinguirse apropiadamente en la discusión. El naturalismo metodológico, sólo constituye una especie de marco normativo, que para efectos prácticos garantizaría el progreso de la ciencia en lo que respecta a nuestra comprensión de la naturaleza en términos de mecanismos inteligibles -leyes regulares-, así como en lo relativo a las aplicaciones tecnológicas.  Este marco, y contrario a lo que muchos afirman, no es una condición necesaria para hacer ciencia, sino mas bien una consecuencia -a posteriori- de aplicar el método científico a fenómenos que se dejan ser explicados, esto es, que se pueden modelar a través de teorías que cumplen con los diferentes criterios de demarcación actuales.

Siguiendo una línea muy diferente, el naturalismo metafísico va mucho más allá que simples pretensiones pragmáticas, ya que esencialmente afirma que el universo constituye un sistema cerrado en el cual no es posible ningún tipo de intervención sobrenatural, e incluso por lo general también sostiene que no existe nada más que sólo el mundo natural. Este tipo de naturalismo es ajeno a la ciencia, ya que constituye una juicio categórico, eminentemente filosófico.

El problema en cuestión, es que cuando no separamos aguas entre estos dos niveles, inevitablemente caemos en el ya reiterado sofisma de pensar que el darwinismo niega cualquier tipo de finalidad, propósito o teleología. Cuando en ciencia hablamos de "azar", básicamente nos referimos a fenómenos en el cual no podemos predecir, por lo que en un primer acercamiento, nos estaríamos refiriendo a una limitación de tipo epistemológica. Sin contar además que dicho azar, o más bien pseudo-azar, opera bajo condiciones muy bien definidas. Es perfectamente compatible aceptar el darwinismo y al mismo tiempo sostener que la vida obedece a un propósito, el cual está más alla de las fronteras explicativas de la biología y de la misma ciencia.

En términos prácticos, y de manera simultánea a considerar válida la explicación darwinista, uno puede aceptar o simplemente rechazar la componente teleológica desde el punto de vista meta-científico. Nótese que digo "en términos prácticos", ya que como lo mencioné de manera muy general en un artículo pasado3 cuando en teología natural reflexionamos sobre la cuestión de la naturaleza del azar dentro del contexto de las mutaciones genéticas, se torna inconsistente hablar de fuerzas ciegas o felices casualidades que no merecen ningún tipo de explicación más allá de la ciencia.

Los evolucionistas teístas sí creemos que la vida ha sido diseñada de manera inteligente. No obstante, nuestra concepción es mucho mas global que la llamada "complejidad irreducible" defendida por los proponentes del DI, ya que consideramos que el mecanismo darwinista también forma parte del diseño. En este contexto es que Collins señala que Dios no deja nada al azar, ya que si existe el mecanismo darwinista, es porque Dios lo ha establecido así para cumplir su objetivo, a saber, que sus criaturas posean el asombroso potencial para explorar sus propias posibilidades. De hecho, bajo esta noción es que en los últimos años han surgido interesantes interpretaciones teológicas sobre aspectos como la creación kenótica, el libre albedrío, entre otros.

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  1. AGUIRRE, Cristian. Francis Collins y la Evolución Teísta. [en línea] Blog ¿Darwin o DI?. 16 de marzo, 2011 <http://www.darwinodi.com/?p=1837> [consulta: 17 marzo 2011]
  2. SANZ CARRERA, Rafael. Francis Collins: "Creo que Dios tuvo un plan para crear unas criaturas con las que pudiera relacionarse". [en línea] Blog tan_gente. 21 de abril, 2007 <http://rsanzcarrera.wordpress.com/2007/04/21/francis-collins-“creo-que-dios-tuvo-un-plan-para-crear-unas-criaturas-con-las-que-pudiera-relacionarse”> [consulta: 18 marzo 2011]
  3. MORALES, Manuel David. Neodarwinismo, distinguiendo ciencia y filosofía. [en línea] <http://www.revista-rypc.org/2011/01/neodarwinismo-distinguiendo-ciencia-y.html> Revista RYPC. 12 enero, 2011 [consulta: 20 marzo 2011]