sábado, septiembre 18, 2010

Creación vs. Evolución ¿por qué no ambas?

Manuel David Morales

Para visualizar a grandes rasgos la compatibilidad entre la doctrina cristiana de la creación y la evolución como hecho científico, el punto de partida es comprender que la naturaleza de la ciencia y de la religión es diferente. La ciencia por un lado, es el esfuerzo intelectual por explicar la regularidad de los cambios naturales. Dichas explicaciones son parciales, no tratan causas últimas, de tal forma que la indagación científica no se vea paralizada. Por otro lado, la religión es un sistema de creencias relativas a la realidad trascendente, concerniente al propósito y significado del mundo. A diferencia de la ciencia, la religión sí trata con causas últimas, las cuales precisamente darían sentido a toda la realidad. Cabe señalar que esta distinción ya había sido planteada por teólogos como Tomás de Aquino, quién distinguió entre la primera causa (Dios) y las segundas causas (leyes naturales).

A la luz de las evidentes diferencias entre ciencia y religión ¿cuál vendría a ser la mejor forma de entender sus relaciones? considero que la complementariedad 1. A pesar de que ambas abordan la misma realidad, recurren a diferentes lentes para su estudio. Ante tal importante hecho, es claro de que evolución y creación no se pueden oponer. La evolución, simplemente da cuenta de como se ha originado la basta diversidad de especies que observamos en la naturaleza, y por supuesto, la maquinaria detrás de los procesos evolutivos -por ejemplo, la selección natural o el equilibrio puntuado-. Por otro lado la doctrina de la creación, es la que le da sentido y propósito a toda esta maquinaria natural. Dios es la causa última de todo lo que existe y a la vez es el Creador de toda la cadena de causas que observamos en la naturaleza, él es quien le dio la potencialidad a la materia para que pueda evolucionar, él es quien creó la evolución. Si queremos entender de forma integradora la realidad, es sumamente necesario utilizar ambos lentes.

Ahora bien ¿cómo explicar esa aversión de algunos sectores cristianos hacia la evolución? De forma muy general, visualizo dos explicaciones. La primera de ellas, es el hecho de que la evolución se ha prestado para muchas interpretaciones metafísicas por parte de algunos sectores materialistas. "Nuevos ateos" como Richard Dawkins 2 se empecinan en afirmar que la evolución es producto de fuerzas ciegas, erráticas, no dirigidas; aún cuando en la academia es bien sabido que el método científico, simplemente es impotente para abordar problemas de tipo filosófico o metafísico. Discursos como éstos, no hacen más que confundir al público sin conocimiento científico, ideologizar aún más el debate, así como dañar la integridad de la ciencia.

La segunda explicación, indudablemente lo constituye la barrera del literalismo bíblico en lo que respecta a los orígenes. De especial importancia es el hecho de que padres de la Iglesia como San Agustín 3 y grandes pensadores cristianos como Benjamin B. Warfield 4 y Howard J. Van Till 5 han advertido sobre éstas cuestiones. Si bien podríamos entrar a debatir acerca de cuál fue el objetivo del Génesis, si nos sujetamos al contexto social y cultural de ese entonces, difícilmente podríamos poner en duda que no fue escrito con fines científicos ni mucho menos históricos. El Rev. Dr. Ernest Lucas, bioquímico y teólogo bautista señala al respecto:

"Uno de los problemas con la interpretación de la Biblia siglo XXI, es que la gente la aborda con una idea preconcebida sobre el tipo de lenguaje que va a leer (...) Génesis 1-11 fue escrito para los antiguos hebreos que adoraban al Dios de Israel. Dado que ésta era la audiencia original, deberíamos leer el texto, al menos en principio, a través de sus ojos más que a través de los nuestros del siglo XXI."6

Ahora bien, un punto importante a considerar, es que el fenómeno de la "ciencia creacionista" en realidad es reciente, ya que no data más allá de 1961, cuando Henry M. Morris y John C. Whitcomb publicaron su popular libro "El Diluvio del Génesis" 7. El creacionismo bíblico es un producto estadounidense nacido en los círculos fundamentalistas de ese país, por lo que no representa las bases del cristianismo ortodoxo. De hecho, es interesante considerar que prácticamente no existen denominaciones tradicionales cristianas que oficialmente, a través de confesiones de fe, credos, etc. sean contraria a la evolución. Tanto en el pasado como en la actualidad, para la mayoría de los cristianos  el aceptar o rechazar la evolución para nada constituye una prueba de ortodoxia. Incluso, es curioso notar que ni la Iglesia de Inglaterra haya tenido conflicto oficial alguno con el darwinismo. Ya que los restos de Charles Darwin, junto a los de otros intelectuales ingleses, descansan en el principal templo cristiano protestante de aquel país: La Abadía de Westminster.

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  1. BIOLOGOS. What is the proper relationship beetween science and religion. [en línea] <http://biologos.org/questions/biologos-id-creationism> [consulta:  16 septiembre 2010]
  2. DAWKINS, Richard. The Blind Watchmaker: Why the Evidence of Evolution Reveals a Universe without Design. USA, W. W. Norton & Company, 1996.
  3. SAN AGUSTÍN DE HIPONA. Intepretación literal del Génesis. España, Ediciones Universidad de Navarra, 2006. (Colección de pensamiento medieval y renacentista).
  4. LIVINGSTONE, David N. y Noll., Mark A. B. B. Warfield, Evolution, Science, and Scripture: Selected Writings. USA, Baker Books, 2000.
  5. VAN TILL, Howard J. The Fourth Day: What the Bible and the Heavens are Telling Us about the Creation. USA, William B. Eerdmans Publishing Company, 1986.
  6. LUCAS, Ernest. Interpreting Genesis in the 21st Century, Faraday Paper No 11. [en línea] <http://graphite.st-edmunds.cam.ac.uk/faraday/Papers.php> [consulta: 16 septiembre 2010]
  7. WHITCOMB Jr., John C. y MORRIS, Henry M. The Genesis Flood: The Biblical Record and Its Scientific Implications. USA, Baker Publishing Group, 1979.